El Bàsquet Mallorca se quedó a medias. Después de levantar un partido que se puso cuesta arriba, los de Xavi Sastre no pudieron completar el trabajo (83-85) ante un Tenerife que demostró el porqué de su situación privilegiada en la tabla, aprovechando la mala fortuna de los locales. Joan Riera tuvo en su mano la prórroga, pero el base mallorquín falló un tiro libre, y el rechace del segundo fue palmeado sin suerte por Blanch, hasta el momento letal. Así, el Tenerife prolongaba su buena racha en un Palau que registró una de las mejores entradas del curso.
El Tenerife dominó el electrónico en todo momento, con rentas que en el segundo parcial llegaron a ser preocupantes (25-39). Con Keep fuera del partido y ya en la cuerda floja, Blair, Alzamora y Orfila asumían el peso en la pintura, pero la profundidad de banquillo del Tenerife marcaba las diferencias. Eso, y su acierto desde más allá de 6'25, que les mantenía con vida en plena aparición del Mallorca en el partido. El tercer cuarto ofreció la mejor versión del cinco de Sastre, que se metió en el choque, apoyándose en Blanch y Riera. Alzamora daba la vuelta (71-70) a un partido que acabó con alternativas y, aunque el Mallorca pudo sentenciar, el Tenerife no perdonó.