El ciclismo mallorquín está de enhorabuena. Consolidados los Horrach, Colom y Reynés dentro del universo ProTour, el futuro tiene nombre y apellidos. Lluís Mas Bonet (Ses Salines, 1989) se adelanta a los acontecimientos y con apenas diecinueve años, ha visto premiada su espectacular progresión con el salto al campo profesional de la mano de uno de los equipos de rango Continental UCI. El Burgos Monumental de Julio Andrés Izquierdo, un buen conocedor del mercado amateur y valedor de otros mallorquines en el pelotón, se ha hecho con los servicios del joven talento saliner, que ya sabe lo que es vivir como un profesional más. Ayer realizó su primer entrenamiento, probó la nueva bicicleta BH -espera la definitiva- e hizo de guía de sus compañeros ante su puesta de largo oficial en la Challenge. «Estoy muy ilusionado. Vengo para aprender, trabajar para el equipo y cumplir con lo que me manden», comenta humilde un Mas que ha sido recibido con expectación en el equipo. No en vano, sus valiosas credenciales en categorías inferiores le avalan.
Mas ya advirtió que tiene mucho que decir en el ciclismo tras ganar la Copa de España juvenil (2007), paso previo a su fichaje por el Saunier Duval amateur, con el que logró una victoria (Clásica Viña Tondoria) antes de oficializar su salto al campo profesional, en el que tiene que perfilar su libro de ruta. «Mallorca será mi primera experiencia, y seguro que para el Cinturón volveré, pero tenemos que sentarnos y ver cómo nos encontramos tras la Challenge», apuntaba Mas, quien no renuncia a nada «si la oportunidad se presenta. Me haría ilusión poder luchar por una victoria o subir al podio, y más en mi casa».
Los Campeonatos de Europa y el Mundial de ruta y contrarreloj Sub 23 son otros retos para el deportista, que confiesa encontrarse «al 75 ó el 80% de mis posibilidades» en los albores de su irrupción en la Challenge vistiendo el maillot del Burgos Monumental, uno de los grandes clásicos del pelotón español que vuelve a abrir las puertas del profesionalismo a un mallorquín. A un Lluís Mas que abandera el relevo generacional sobre el asfalto y al que ganas le sobran para hacer historia.