Miquel Alzamora
La Copa vuelve a meterse de lleno en la vida del Mallorca. En un mes frenético en lo institucional e intenso en lo deportivo, el equipo balear vuelve a citarse esta noche (Son Moix, 21:00 horas) para afrontar la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey. El rival es el Betis de Paco Chaparro, un equipo que como el balear tiene suficientes problemas en el campeonato doméstico como para ir deambulando por la competición del KO. El hecho de enfrentarse seguramente al Barcelona en semifinales hace casi inútil un esfuerzo en este torneo en el que más que querer continuar adelante, parece que todos quieren salirse de él cuanto antes.
Sin embargo, hoy hay partido y tanto Manzano como Chaparro volverán a medir su profundidad de banquillo para poder salvar el escollo del encuentro de ida. Ante el Almería el cuadro balear sentenció en el choque inicial y sesteó en el segundo. Pero el Betis no es el Almería y no será tan fácil deshacerse de un rival mucho más consolidado en la máxima categoría que no el equipo de Hugo Sánchez.
Futbolísticamente el Mallorca exhibe un nivel muy bajo en la Liga. Los números hablan por sí solos, pero en la Copa va sacando los encuentros con nota. No tuvo problemas ante el Málaga y tampoco contra el conjunto andaluz. Ahora el grupo sevillano comparece en el ONO Estadi como una serie amenaza para los intereses coperos del equipo mallorquinista.
La Copa interesa siempre relativamente hasta que uno se ve en la final. Lo peor de esta competición es la transición que hay entre el primer partido y el último y el hecho de tener al Barçá en 'semis' hace que toda aventura tenga ya establecido el final del camino. Hoy por hoy el equipo azulgrana es imbatible. Puede salir cruz en la moneda, es cierto, pero es muy poco probable. Manzano no esconde la realidad del asunto y ayer fue el primero en asegurar que «tiraríamos» la Copa si se asegurara la permanencia. «Ahora mismo tiraríamos la Copa si alguien nos asegurara la permanencia, seguro, pero una cosa no quita la otra. Somos un equipo que tiene esa ilusión por llegar a semifinales y más ilusión, si cabe, por sacar los partidos de Liga hacia adelante. La Liga, indudablemente, no se olvidará en ningún momento, pero el de hoy es un partido de competición oficial, en el que bien nos vendría ganar y, por consiguiente, encarrilar la eliminatoria», apuntó el entrenador del Mallorca. El plan del entrenador y de los futbolistas es más o menos el mismo que la semana en que se enfrentaron al Almería, es decir, aprovechar la inercia de la Copa y arrancar un buen resultado para tratar de prolongar este buen momento en la Liga. Es simplemente un tratado de intenciones, un buen tratado, pero otra cosa es que se haga efectivo. «Una victoria prodría revitalizar al equipo, sobre todo cuando se está falto de ella», declaró el técnico mallorquinista. Otro de los factores que confía en mejorar el Mallorca es el capítulo de público. Ante el Almería las gradas estaban heladas. El Betis tiene más tirón, pero no llega tampoco a ser un equipo con el suficiente gancho para que las gradas no estén tan vacías. «Espero que haya quizás un poco más de afluencia que ante el Almería por razones obvias, pues la eliminatoria es más interesante, porque el Betis puede arrastrar también a aficionados béticos que hay en nuestra isla, y porque la poca afluencia ante el Almería fue debido a las bajas temperaturas. Espero que superemos ese registro», insistió. El Mallorca hoy desafía al Betis y al frío.