La delicada situación institucional y deportiva en la que vive inmerso el Real Mallorca no pasa de largo para las principales instituciones de la Isla y las fuerzas políticas mayoritarias. Desde el Govern, Francesc Antich y Mateu Cañellas, president y conseller d'Esports, muestran su preocupación por el devenir de una entidad imprescindible a escala social y que está en boca de todos por su mala marcha en los terrenos de juego y la convulsa dinámica que se vive en sus despachos, con Vicenç Grande en el ojo del huracán.
«Se deben tomar medidas para salvar el proyecto y seguir en Primera», comentaba Antich en Onda Cero, apelando a la prudencia y el respeto, y descartando una intervención directa del Ejecutivo, postura apoyada por Mateu Cañellas. «Es un momento difícil. Desde el Govern, a través de IB3 e Ibatur les ayudamos, y estamos preocupados por una situación que afecta a mucha gente, por lo que significa el mallorquinismo», prosiguió Antich, quien recordó que «siempre hemos querido mantener una posición respetuosa y prudente, pero el Govern tiene que estar encima». Sobre el posible regreso de Mateu Alemany a la presidencia, planteado por el propio Grande al ex mandatario, el jefe del Ejecutivo respeta «la decisión de la propiedad» y ensalzó al otrora dirigente.
Por su parte, el conseller d'Esports del Govern, Mateu Cañellas, confesó que la crisis del Malorca «nos preocupa, porque se trata de una empresa privada deportiva», además de sugerir «un mayor control por parte del CSD de las SAD». Además, Cañellas advirtió que el Govern «no tiene potestad para intervenir», y que en este caso «hay un problema empresarial que castiga a un club deportivo», teniendo palabras de ánimo para Grande. «Está sometido a mucha presión, pero sabe que el club es algo diferente al resto», explicó Cañellas.
Por su parte, el Delegado del Gobierno en Balears, Ramón Socías, un habitual del palco del ONO Estadi, dijo que «esta incertidumbre no es lo más adecuado para el entorno», y no contempla «grandes cambios» con la marcha de Grande de la presidencia. Socías recuerda que «la deuda parece que es importante y eso puede comprometer la propia subsistencia del club, más cuando se avecina un final de primera vuelta que puede convertir la situación en dramática», prosiguió.
La presidenta del Partido Popular de Balears y líder de la oposición, Rosa Estaràs, reclamó «estabilidad» para el Mallorca y no escondió que «el apoyo de las instituciones es necesario», sin dejar de lado que «Vicenç Grande está haciendo lo mejor para la entidad pese a no ser su mejor momento».
Biel Barceló, secretario general del PSM-EN, recalcó que «lo más preocupante es que la crisis institucional afecta al equipo, y lo peor que podría pasar es un descenso. Por ello, se tiene que resolver la venta, más cuando la situación concursal de Grande puede afectar al Mallorca», decía el dirigente, quien subrayó la dificultad de las instituciones a la hora de intentar ayudar a una entidad privada. «El cambio en la presidencia puede mejorar los ánimos, pero no es la solución final», admitió, sin esconder que «las noticias cada vez son más preocupantes».