Echar un vistazo a los últimos seis partidos del Real Mallorca no invita al optimismo en las faldas del Everest de la Liga. Dos puntos de los últimos 21 son el botín con el que los hombres de Manzano encaran su intento de escalada. Desde la zona pantanosa de la tabla se atisban en el horizonte los peores rivales. Sevilla, Barcelona, Real Madrid, Villarreal y Valencia endurecen la campaña rojilla en diciembre y enero, mes en el que aguarda el Almería en una Copa que puede convertirse en una vía de escape o en un lastre demasiado pesado.
Todos los equipos han tenido que superar el mismo tramo del calendario al que todos se han apresurado en calificar como el Everest, pero la agenda se endurece especialmente en el caso del Real Mallorca al coincidir el primer partido de la segunda vuelta con el enfrentamiento ante el Valencia. No sólo eso, sino que el torneo del KO también comprometerá los compromisos mallorquinistas cuando se suba el telón del nuevo año.
El Sevilla será el primero de los grandes en pulsar el estado de ánimo de la plantilla y la afición mallorquinista antes de que la Liga se marche de vacaciones. El conjunto de Manolo Jiménez visitará el ONO Estadi en el que aún resuenan los ecos de la bronca con la que el respetable despidió a los rojillos y a su presidente ante el Recreativo de Huelva. El conjunto hispalense, que jugará en la Isla el 21 de diciembre, no pierde en Palma desde que lo hiciera en la temporada 99-00 y aterrizará en tierras mallorquinas instalado en el tercer puesto de la tabla clasificatoria con los mismos puntos que el segundo, el Valencia.
El Barcelona y el Camp Nou aguardan a los hombres de Manzano para iniciar el año. El compromiso del 4 de enero en feudo azulgrana endurecerá aún más la cuesta de enero que empezará a atravesar el Real Mallorca. Y es que al duelo ante el intratable líder de Primera le sucederá la ida de los octavos de final de la Copa. La escuadra isleña recibirá el 7 de enero al Almería en el ONO Estadi.
Sin apenas tiempo para reponerse -el 11 de enero- Son Moix se dispondrá a recibir al Real Madrid más necesitado de los últimos tiempos. Los blancos extremarán las precauciones para visitar a un Mallorca que se ha convertido en su particular pesadilla a lo largo de las últimas temporadas. Los blancos, además, están liberados de la Copa tras su prematura eliminación ante la Cultural y llegarán con mayor tiempo de recuperación.