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Sin Moyà hasta febrero

El portero es operado con éxito de una fisura en el cartílago de la rodilla derecha, pero deberá permanecer dos meses sin jugar

El equipo pierde a uno de sus baluartes por espacio de dos meses. El de Binissalem podrá regresar con vistas al partido que disputará el Mallorca contra el Numancia o el Racing ya en febrero.

Miquel Alzamora
Cualquier situación, por mala que sea, es susceptible de empeorar y eso parece que es lo que ocurre de un tiempo a esta parte en el seno del Real Mallorca. Sumergido institucionalmente en un período de incertidumbre eterno, deportivamente el equipo no termina de despegar y por si faltara algo, ayer se confirmó el peor de los pronósticos respecto a la lesión de Miquel Àngel Moyà. El portero estará dos meses largos fuera de los terrenos de juego y prácticamente entre los choques que lleva ya sin jugar y los que se perderá en el más inmediato futuro, el guardameta se quedará media Liga en blanco.

Ayer el futbolista fue sometido a una artroscopia en su rodilla derecha con el fin de solucionar una fisura que le afectaba al cartílago. No se trata de una lesión grave "es de grado dos según los especialistas" pero la pequeña fractura afectaba a una zona de carga que finalmente obligó al jugador a pasar por el quirófano. Esta lesión se produjo en la primera parte del partido disputado en el Calderón ante el Atlético y tras seguir un tratamiento conservador como primera medida para intentar evitar la operación, finalmente ha sido imprescindible intervenir para estabilizar la dolencia. El período de recuperación a partir de hoy es de dos meses y medio, tiempo suficiente para que el jugador cubra las etapas de rehabilitación y posterior puesta a punto.

No es fácil acertar con detalle, pero las previsiones indican que Moyà podrá volver al cien por cien con vistas al partido que el equipo balear jugará frente al Numancia el 15 de febrero o ante el Racing una semana después. De hecho las indicaciones apuntan a que será a mediados de ese mes cuando Moyà pueda volver a jugar sin ningún problema. La travesía sin el de Binissalem se aventura larga y es que Manzano pierde a una de sus piezas clave en esta fase crítica de la temporada con enfrentamientos ante Recreativo, Getafe y Sevilla, que son los que restan para que expire el año 08. Tampoco estará en plena etapa 'alpina' cuando el conjunto balear deba jugar contra Barcelona, Real Madrid, Villarreal y Valencia. Después restarán dos partidos más, ante Osasuna y Deportivo para llegar al término previsto para que el portero mallorquín pueda regresar a su lugar bajo el larguero.

Las últimas exploraciones realizadas a la rodilla de Moyà indicaban que la lesión producía una inflamación de la bolsa sinovial que le impedía entrenar y jugar sin dolor. El jefe de los servicios médicos del club balear, Tomeu Munar, manifestó que la operación finalizó con éxito señalando que no se trataba de una dolencia «grave». «Todo ha ido muy bien y ahora tenemos que ir recuperando al jugador. No es una lesión grave. Este mismo viernes empezará la rehabilitación, pero no podrá apoyar el pie durante unas tres semanas aproximadamente», comentó el doctor del Mallorca.

La ausencia de Moyà propiciará que el argentino Germán Lux se mantenga en el once titular y continúe con el trabajo de acoplarse al equipo, dar seguridad a la defensa y mejorar en acciones clave que suponen goles.

El portero envió ayer un mensaje de tranquilidad. «Pueden confiar en mí», dijo a la radio oficial del club. «Es cierto que influye la inactividad y más tras la lesión de una mano, pero no voy a poner excusas y voy a ir de menos a más. Pueden confiar en mí porque no les voy a fallar», afirmó el portero del Real Mallorca.

Germán deseo una pronta recuperación a su compañero Moyà y reconoció que una lesión de estas características «no es una buena noticia». «Aunque yo tengo la posibilidad de jugar, la lesión de un compañero nunca es buena».

Lux ha combinado el tiempo que ha jugado errores de consideración con intervenciones de mérito. Sin embargo, en un portero cuando la suerte no está de su parte, termina con los balones en el fondo de las mallas. De la misma forma la falta de continuidad tampoco ha jugado en su favor, aunque ahora tendrá la oportunidad de disponer de minutos y consolidarse bajo el larguero de la portería mallorquinista. El jugador asume el reto con ilusión y ganas y tiene experiencia suficiente en sus manos para poder ayudar al equipo en esta situación de crisis.

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