Ginés Muñoz|BARCELONA
Un golazo de Carmelo a la media hora de juego dio los tres puntos al Sporting de Gijón ante el Espanyol.
Al conjunto asturiano le bastaron dos llegadas en la primera parte para abrir una brecha en su oponente y dejar sangrar la herida.
La primera ocasión visitante, al inicio del partido, acabó con una media chilena de Carmelo que apenas inquietó a Kameni. El propio Carmelo fue el encargado de culminar la segunda, con un trallazo desde la frontal que, esta vez, se coló por toda la escuadra de la portería local.
El Sporting puso en esta primera mitad más orden defensivo, cierto criterio a la hora de jugar el balón y mayor acierto e intención en los metros finales. Con eso le bastó para llegar al ecuador del choque sin sobresaltos y con una mínima ventaja en el marcador que, a la postre resultó definitiva.
A los locales no les quedó más remedio que crecerse ante la adversidad e intentaron animarse pero sin éxito.