No es oficial, pero debe serlo en los próximos días. Vicenç Grande ha decidido encomendar el área de gestión del Real Mallorca a su hijo Víctor, un movimiento que ya conocen algunos ejecutivos del club y que se produce casi tres meses después de la salida de Pere Terrassa.
Víctor Grande, responsable de proyectos de expansión del Grup Drac, suma varios años como miembro del consejo de administración de la SAD balear. Su llegada al órgano de gobierno de la entidad se produjo casi de la mano de su progenitor, si bien hasta ahora sus trabajos en el club se habían circunscrito a la dirección deportiva. Víctor había acompañado a Nando Pons, máximo responsable de la secretaría técnica del Mallorca, en diversos desplazamientos a Sudamérica "especialmente a Argentina y Uruguay", donde se realizó el seguimiento de varios futbolistas.
El desembarco de Víctor Grande se realizará de forma gradual, aunque ayer mismo ocupó el despacho en el que durante los últimas temporadas había trabajado Pere Terrassa. Con la entidad inmersa en un eterno proceso de venta, el gesto del actual presidente y propietario del Real Mallorca ha generado sorpresa y controversia. De hecho, el próximo martes expira el plazo que se le concedió el empresario británico Paul Davidson para abonar 38 millones de euros y hacer efectiva la compra de las acciones que controla la famila Grande (más del 90 por ciento de la sociedad).
No está confirmado que Vicenç Grande haya consensuado su decisión con Davidson, si bien está estipulado que bajo una hipotética propiedad del magnate inglés, el dirigente ostentaría una presidencia ejecutiva que le facultaría para tomar este tipo de decisiones.