Albert Orfila / Carlos Montes de Oca
Paul Davidson protagonizó ayer uno de los episodios más esperpénticos de la historia contemporánea del Real Mallorca. Cuando todo estaba preparado para dar carpetazo a la venta de la SAD balear, el mismo día que concluía el plazo para pagar los 38 millones de euros por las acciones del club isleño, el magnate británico se descolgó con una solicitud inesperada -10 días más de plazo- que paralizó toda la operación y que provocó un torrente de ira e indignación colectiva entre todos los actores de este vodevil.
El principal beneficiado del caos que rodea el trato con Davidson podría ser Freddy Shepherd, que permanece atento a los acontecimientos y que tiene previsto mover ficha una vez que El Fontanero se retire definitivamente de la puja...
Una jornada que parecía destinada a la fiesta, reservada para los libros y que debía desembocar en el primer propietario extranjero en la historia del Real Mallorca, acabó con un espectáculo tragicómico. Era aproximadamente la una de la tarde, cuando Paul Davidson, a través de un correo electrónico, solicitaba una prórroga de 10 días más para acometer la compra del 91,24% del capital social de la entidad. Sin más explicación. Sin especificar las causas de una decisión que pilló por sorpresa a los implicados, cuando el notario ya estaba citado para elevar la escritura pública, los administradores preparados, los abogados cargados de papeles...
La noticia corrió como la pólvora. Los actores principales de esta obra, que estaban convocados a primera hora de la tarde en la sede central del Barclays Bank en Palma, se quedaron atónitos. Pese a la ausencia del protagonista principal, de la parte compradora, del hombre que ayer debía asumir los mandos de la entidad, la cumbre se celebró igualmente. ¿El motivo? Levantar el acta y dejar constancia de la ausencia de Paul Davidson...
Después de ese encuentro, los asesores legales de Binipuntiró S.L. Unipersonal, la empresa de Grande que posee el principal paquete accionarial del Real Mallorca SAD, optaron por aceptar la moratoria solicitada por Davidson. La prórroga será presentada hoy en el juzgado y, previsiblemente, será aprobada por el titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Palma, Víctor Fernández. Ante este nuevo aplazamiento, el empresario inglés tendrá de plazo hasta el próximo día 12 de noviembre a las 0.00 horas para desembolsar los 38 millones de euros. Aunque se especuló con la posibilidad de que los administradores concursales fijaran una cantidad económica por adelantado como paga y señal, en principio no se antoja viable.
Este nuevo impasse de Paul Davidson -firmó una opción de compra el pasado 21 de julio- abre la puerta de un viejo conocido: Freddy Shepherd. El ex propietario del Newcastle, el primer interesado en adquirir las acciones de Vicenç Grande, permanece atento a los acontecimientos y moverá ficha una vez que Paul Davidson se aparte definitivamente del camino.
Shepherd, que en septiembre pasado realizó una oferta de 10 millones de euros por las acciones, vuelve a escena con la clara intención de asumir el mando del club. El ex presidente de las 'urracas', el hombre que en su día fichó a Alan Shearer y Michael Owen, tiene toda la documentación necesaria para volver a Son Moix con una oferta al alza desde el pasado mes de julio. Paul Davidson, con la decisión de ayer, ha tirado por la borda casi todo su crédito. Nadie es capaz de asegurar ahora que será el nuevo propietario del Mallorca. Ni siquiera él...