El Atlètic Balears logró ayer en la Ciudad Deportiva de Paterna frente al Valencia Mestalla (1-2) la segunda victoria de la temporada y primera a domicilio, y a pesar de seguir colista en el Grupo III de Segunda División B, se hizo con un balón de oxígeno para encarar con más moral y tranquilidad los próximos compromisos, estando la salvación ahora mismo a tan sólo tres puntos.
El equipo venía cuajando buenas actuaciones lejos del Estadi Balear aunque sin obtener resultados positivos, algo que ayer se invirtió gracias a los tantos logrados por Esteban y Rubio. La victoria además llegó ante un rival directo para eludir las plazas de descenso como es el filial valencianista, conjunto que además no conocía la derrota en el presente campeonato actuando como local (dos victorias y dos empates).
El entrenador blanquiazul, Toni Cazorla, planteó un once inicial diferente al de otro partidos lejos de Palma y con clara vocación ofensiva desde el primer minuto, dando entrada a Xisco Cladera en el centro del campo en detrimento de Charles y jugando con dos delanteros en la punta de ataque, Ramón y Lucas, repitiendo Blázquez en la banda derecha, como ya sucediera ante el Gavà en la anterior jornada.
El técnico del Valencia Mestalla por su parte, Óscar Fernández, decidió mantener a Garabato en la portería pese a encajar cinto tantos la semana pasada en Sant Andreu y situó a Carles como central, dando de ese modo una solución de emergencia a las bajas de Carlos David, expulsado en la última jornada, y Lombán, lesionado.
El partido fue extraño y además de significar la primera derrota del filial en casa, se caracterizó en su primera mitad por las constantes imprecisiones de los 'ché'. El conjunto isleño aprovechó esa coyuntura para ir de menos a más a lo largo de los primeros cuarenta y cinco minutos y además se marchó al descanso con ventaja en el marcador gracias al tanto de Esteban.