Pocos podían pensar hace más de un lustro en un derbi balear en la máxima categoría del baloncesto femenino. Un partido hasta ahora patrimonio de las categorías territoriales aparece en el momento más dulce para EBE Promociones Santa Eulàlia y Joventut Mariana. No llegaron a coincidir en la competición de plata, pero esta tarde (19 horas, Santa Eulàlia) darán forma a una cita histórica en la que ambos comparecen con su mejor balance del curso e instalados en la zona plácida de la clasificación.
Las de Jorge Méndez no le pueden pedir más al inicio de su primera campaña entre la aristocracia. Lanzadas, encadenando tres victorias y enamorando ante Estudiantes (71-58), el cinco de la Vall quiere dar continuidad al último precedente de pretemporada, en el que las mallorquinas invirtieron la lógica para marcar distancias respecto a un Puig d'en Valls que se va entonando tras un verano difícil. Las lesiones de Williams y Lyttle han condicionado sobremanera el proyecto europeo de las pitiusas, que pueden pagar cara la acumulación de partidos en una semana trascendental. Recién aterrizadas desde Rumanía, las de Jordi Fernández lograron su primera victoria en la Eurocup, a costa del Baschet ICIM rumano (61-66) y se enfretan al que está llamado a ser el gran clásico femenino balear. Tras un inicio titubeante, el cinco ibicenco recupera su mejor sintonía (+2) y empieza a parecerse al que deslumbró el pasado curso. No lo tendrá fácil, pues el Mariana comparece imparable y demostrando que el vértigo no le afecta en sus primeras semanas como equipo de la Liga Femenina. Sólo el Ros Casares ha sido capaz de detener a las de Méndez. La correcta acomodación de la pareja Page-Price es uno de los secretos del éxito del Decano de la canasta.
La alero aporta su físico y los números que la definieron en Chicago, mientras que la veterana 'cuatro' hace valero argumentos que Vega y Llamas también han sabido poner sobre la mesa: experiencia y centímetros. De lo primero va sobrada Licet Castillo. En manos de la cubana puede estar la clave de un partido en el que las defensas van a marcar un choque histórico. El espíritu de equipo que Méndez ha imprimido al Mariana les permite haber completado un tercio del camino hacia la permanencia.
Jordi Fernández se guarda más de un as en la manga con una plantilla en la que Silvia Morales sigue portando los galones y el tándem Pirsic-Rima es el punto de apoyo en la pintura, con Holmes ejerciendo de letal artillera ante un bloque que ha sabido amoldarse a las circunstancias y quiere certificar su progresión en Santa Eulàlia, pese a que el Joventut Mariana está dispuesto a asaltar el feudo ibicenco y repetir la gesta de Vigo, donde estrenó su casillero de victorias lejos del Arena. Y es que un cuarto triunfo de las mallorquinas acabaría por disparar las expectativas de un proyecto que, desde la modestia, ha conseguido despojarse del cartel de rookie para colarse en posiciones europeas e invitar a soñar.