Más de once mil personas (11.021 espectadores, para ser más exactos) brindaron a Rudy Fernández una acogida pocas veces vistas en el Rose Garden. El santuario de los Portland Trail Blazers acogió un año más la Fan Fest, la presentación ante su hinchada del nuevo equipo. Y el mallorquín supo cómo meterse en el bolsillo a sus nuevos seguidores. A la espera de su debut en pretemporada (miércoles, ante Sacramento Kings), Rudy fue tras Brandon Roy y Greg Oden el más aclamado por los incondicionales de la franquicia de Oregón. Tras una presentación individual de cada uno de los pupilos de Nate McMillan, el cuestionario al que fueron sometidas las estrellas de la NBA por el periodista Mike Barret provocó las primeras sonrisas de complicidad entre Rudy y la afición.
Pero fue en el partido de exhibición cuando el balear se metió en el bolsillo a los que le examinarán constantemente dentro y fuera del Rose Garden. Dos asistencias marca de la casa -pasando el balón por su espalda y una por debajo de las piernas de su defensor- convencieron al público de los Blazers de que tienen un nuevo ídolo.
«Rudy es un showman», decía Roy tras el choque, en el que elpequeño de la sag Fernández fue capaz de anotar dieciocho puntos, con una serie de 4 de 9 en triples. «Es un jugador que no sabes qué es capaz de hacer con el balón en las manos», exclamaba LaMarcus Aldridge, otro de los hombres fuertes dentro del vestuario de Portland, en el que Greg Oden, la gran esperanza de la franquicia para colarse en los 'playoffs', copó todas las miradas y atenciones.
En la Blazers Fan Fest, no fue Oden la única referencia. Rudy fue saludado por centenares de aficionados a su entrada al Rose Garden y esa complicidad se trasladó a la pista, donde el palmesano ha encontrado en el también español Sergio Rodríguez a un aliado en su particular carrera por mejorar su inglés y hacerse entender ante su nuevo entorno.
Rudy se salió, no demostró nada nuevo, pero dejó ver lo que muchos intuían de él. Un jugador espectacular, decisivo, valiente y con kilómetros suficientes como para llegar a la NBA.
Por el momento, Rudy Fernández ya ocupa un luga destacado en las ilusiones de los Portland Trail Blazers y ha justificado el por qué de la apuesta que Kevin Pritchard (general manager) y Nate McMillan (entrenador) han realizado para intentar conducir al equipo de Oregón a la zona noble de la liga profesional estadounidense.