Carlos Román|SANTANDER
Siete puntos de nueve en una semana permiten a los jugadores del Real Mallorca esbozar una sonrisa de satisfacción tras abandonar El Sardinero. El grupo de Manzano sale de tierras cántabras con las alforjas repletas de moral y una lectura positiva del potencial del equipo. Los rojillos esgrimen argumentos como actitud, ambición y humildad tras sumar la primera victoria a domicilio en un feudo poco propicio y ahora abogan por seguir avanzando partido a partido en vistas a la visita del Sporting de Gijón.
Los goles de Pierre Webó han rubricado las dos victorias consecutivas del Real Mallorca de manera casi idéntica, pero el camerunés no saca pecho y subraya que los tantos redundan en el beneficio del grupo isleño. «Lo más importante, más allá de si el gol es bonito o de marcar, es ganar y con los tres puntos a ver si cambia el comentario equivocado que había sobre el equipo. Hay que tener confianza en la transición del grupo porque hay jugadores con hambre y ganas de hacerlo bien». La Liga apenas ha alzado el telón y el punta rojillo considera que es fundamental encontrar «el equilibrio entre estas rachas» y reivindica que el triunfo «justo» de los bermellones fue una demostración de que los hombres de Manzano «siempre» van a por los tres puntos.