Paul Davidson ha comprado el Mallorca. El empresario inglés suscribió ayer "desde Londres" el contrato que debe convertirle en el propietario de la SAD balear y todo indica a que la próxima semana será el nuevo patrón. Formalmente, al documento le falta todavía la firma de Vicenç Grande, que esta misma mañana debe recibir "por mensajería urgente" el convenio de compraventa y estampar su rúbrica. El magnate británico pagará 38 millones de euros por el 90 por ciento de las acciones que controla la familia Grande, si bien el cambio de propietario no tendrá vigencia hasta que el juez Víctor Fernández conceda su aquiescencia.
Un amplio porcentaje de las acciones que deben pasar a manos de Davidson fueron adquiridas en su momento a través de una sociedad llamada Binipuntiró SL, empresa integrada en el concurso de acreedores voluntario en el que se encuentra inmerso desde hace varios meses el Grup Drac. En este escenario, deben ser los administradores concursales los que emitan un informe y trasladen la oferta al magistrado, que en un plazo de diez días podría autorizar la venta.
El acuerdo entre Paul Davidson y Vicenç Grande recoge la continuidad del empresario mallorquín como presidente ejecutivo durante un periodo de cinco años. Grande mantendrá un 2 por ciento del accionariado del club y formará parte del nuevo consejo de administración. En el contrato se veta la posibilidad de que el Mallorca pueda ser trasladado a otra ciudad y también anula la posibilidad de que Davidson pueda vender la sociedad de forma inmediata. De hecho, existe una cláusula que obliga al «Fontanero» a ser el propietario de la entidad durante un mínimo de un año.
Vicenç Grande, que anoche regresó al palco del ONO Estadi y presenció en director la victoria del Mallorca sobre el Numancia (2-0), tiene decidido involucrarse de lleno en el proyecto Davidson y no contempla la posibilidad de renunciar a la presidencia.
Si el juez Víctor Fernández autoriza la operación, Paul Davidson se convertirá en el primer propietario extranjero del Real Mallorca. Será también el punto y final a un largo y enrevesado proceso de venta que suma muchos días eclipsando al fútbol y a los propios futbolistas.
El último movimiento de Paul Davidson le otorga una ventaja extraordinaria sobre otros grupos presuntamente interesados en la compra del Mallorca. Ahora, si el empresario austriaco Dietrich Mateschitz "propietario de Red Bull" debe formalizar su oferta con rapidez y esta debería ser superior a los 38 millones de euros que Davidson ha puesto sobre la mesa.
Desde que hizo pública su intención de convertirse en el nuevo propietario del Mallorca, «el Fontanero» "sobrenombre con el que se conoce a Davidson" no ha ocultado su intención de construir un equipo con aspiraciones de alcanzar la Liga de Campeones y convertir el Mallorca en una gran marca mundial. «¿Cómo voy a hacerlo? La intención es promocionar el nombre del equipo en infinidad de productos. Por ejemplo, mi negocio es el de las tuberías por donde circula el petróleo y voy a poner el nombre del equipo y el escudo en todas. Estas tuberías se comercializan en todo el mundo y es un buen soporte para dar a conocer al club», explicó el dueño de Fluid Leader Group en una reciente entrevista con este diario.