Carlos de Torres |MADRID
Alberto Contador paseó su recién estrenada leyenda por las calles de Madrid como vencedor de la Vuelta 2008 y primer español que ha inscrito su nombre en los tres monumentos mundiales por etapas, al término de la última etapa de la 63 edición que tuvo como vencedor al danés Matti Breschel (CSC), tras cubrir 102 kilómetros entre San Sebastián de los Reyes y el Paseo del Prado de la capital.
El danés Matti Breschel, del CSC, amenizó la tradicional jornada de paseo y fiesta en honor del más fuerte y poderoso a lo largo de las 21 etapas de competición. Se impuso al esprint en la prestigiosa meta de Madrid por delante del bielorruso Alexandre Usov (Ag2r) y del italiano Davide Bigano (Quick Step), todos con un tiempo de 2h.44.37. Una llegada que tuvo caída previa, sin graves consecuencias.
Contador, ganador del Tour 2007 y del Giro y Vuelta en 2008, cumplirá 26 años el Día de la Constitución (6 de diciembre). Antes, se abrió paso en la historia del ciclismo, pues nada más cruzar la meta se convirtió en el quinto corredor del selecto «club de las tres», compartido con nombres legendarios. Nada menos que Jacques Anquetil, Bernard Hinault, Eddy Merckx y Felice Gimondi.
Otro éxito para Contador, en el año mágico del ciclismo español, que espera seguir sacando más oro en el inminente Mundial de Varese, adonde acudirá de gregario. Y sin que se le caigan los anillos. El de Pinto, profesional desde 2003, escuchó el himno español acompañado en el podio por su compañero Levi Leipheimer, segundo, y de Carlos Sastre (CSC), el vencedor del Tour, un corredor fijo en el cajón de las grandes citas, míster regularidad.
La etapa rindió homenaje al jefe de la Vuelta, al mejor, al hombre llamado a marcar una época, aunque este objetivo no le preocupa mucho. Escalador de lujo y gran contrarrelojista, el futuro se abre a sus pies. Un futuro que pasa por volver al Tour e imponer su ley.