El empate dejó un mal sabor de boca en el vestuario mallorquinista especialmente al producirse en el tramo final de un encuentro que los jugadores bermellones asumieron como «raro» y, sobre todo, marcado por la escasez de ocasiones. El plantel del Real Mallorca respetó la ausencia de Vicenç Grande del palco y abogó por afianzar el plan de juego de Manzano para intentar conseguir los tres puntos en el próximo compromiso liguero ante el Deportivo de la Coruña.
Aduriz
El delantero vasco, que se mostró satisfecho con la rápida integración en el grupo que está experimentando, se estrenó como goleador mallorquinista, pero reconoció que su felicidad no pudo ser completa al empatar Osasuna. Aduriz se mostró «contento» por haber marcado su primer gol con la elástica mallorquinista, pero asumió que su misión es «ayudar e intentar marcar, pero lo más importante hubiera sido que hubiera servido para conseguir la victoria». El ex jugador del Athletic Club confesó que el tanto del empate visitante dejó al equipo «con cara de tonto» después de haber buscado el segundo tanto al contragolpe.
Martí El centrocampista mallorquín analizó que el partido resultó «muy raro sobre todo porque ninguno de los dos hemos tenido ocasiones claras. Con el marcador a favor intentamos aguantar lo más posible para buscar el segundo a la contra y en una jugada desgraciada se nos han ido dos puntos. No nos queda otra que intentar que no vuelva a suceder y centrarnos en el próximo domingo». El ex sevillista aseguró que su suplencia no resultó una sorpresa y que forma parte de la dinámica del vestuario: «Somos muchos y cualquiera puede jugar, así que nunca se sabe hasta que el míster da la alineación titular», explicó. Sobre la ausencia del presidente del Real Mallorca, Vicenç Grande, en el palco, Pep Lluís Martí manifestó que «nosotros, igual que el presidente, lo único que intentamos es ayudar y creo que el presidente ha decidido hacer lo que él cree que era lo mejor para todos porque busca lo mejor para la plantilla y para el club».
Josemi
El lateral procedente del Villarreal encontró similitudes entre el partido ante Osasuna y la derrota sufrida hace quince días ante el Valencia, puesto que resaltó que, de nuevo, los desajustes defensivos en momentos puntuales marcaron la diferencias. «Hemos empezado bien adelantándonos en el marcador y después con el resultado a favor parecía que podía llegar el segundo al contragolpe. Después ha llegado su gol en una jugada aislada como en el anterior partido. Estamos en Primera y cualquier fallo te cuesta un gol». Josemi entonó el mea culpa en la acción que supuso su tarjeta roja tras golpear al delantero osasunista Francisco Javier Portillo. «En buena parte es culpa mía por soltar el brazo sin tener que soltarlo y justo con el banquillo de Osasuna al lado. Noto que le doy un poco con la mano, pero mi intención no era agredir. Se ha juntado todo porque he tenido un poco de mala suerte, él ha anadado listo al tirarse rápido y rápidamente el banquillo se ha puesto a protestar».