De la vía de cintura a Saint Jaimes' Park. La Premier League inglesa, que en los últimos años parece haber desplazado a la Liga española como la más poderosa del planeta, contará desde hoy con otro futbolista de la factoría mallorquina. El delantero Xisco Jiménez Tejada (Santa Ponça, 1986) cerró ayer su fichaje por el Newcastle y esparcirá su pólvora por el prestigioso torneo británico. Además, su salida le proporcionará grandes dividendos al Deportivo, sobre todo, teniendo en cuenta que su contrato en Riazor expiraba en 2010. Los gallegos ingresarán siete millones de euros por su traspaso más otros tres en función de objetivos.
El fichaje de Xisco se encuadra en el marco de una operación relámpago que ha cuajado durante las últimas 48 horas. El Newscastle (que este verano ha incorporado también a Jonás Gutiérrez y Coloccini) apuraba los minutos previos al cierre del mercado en busca de un ariete con el que enriquecer su plantilla y una de las opciones que más le atraía era la del prometedor ariete calvianer. A sus 22 años, reúne ya cierta experiencia en la elite y sus rasgos son ideales para triunfar en Inglaterra, un hecho que motivó que otros clubes, como el Aston Villa, le tuvieran en su agenda de cara al futuro. Es fuerte, muy potente, va bien por alto y ve puerta con facilidad. El técnico de los magpies, Kevin Keegan, dio luz verde su contratación y los responsables del club prepararon la ofensiva, que fue muy bien recibida por Augusto César Lendoiro. El entrenador deportivista, Miguel Àngel Lotina, tiene perfectamente cubierto el ataque con Bodipo, Cristian, Taborda, Riki, Mista y Omar Bravo y le abrió la puerta sin dudarlo. No en vano, hará un negocio redondo. Se hizo con sus servicios a un coste bajísimo tras captarlo de la plantilla juvenil del Atlètic Balears y después de obtener de él un rendimiento deportivo notable, se ha permitido el lujo de volver a llenar sus arcas.
Xisco ha seguido una progresión muy acentuada desde que se asomó a la primera plantilla herculina en Anoeta, el 16 de abril de 2005. Criado en las categorías inferiores del Playas de Calvià, Xisco se dio a conocer durante la temporada 2002-03, en la que fichó por el Atlètic Balears para actuar con los juveniles, que acababan de subir a División de Honor. Pese a ser su primer año en la categoría, empezó a destacar por su físico en las primera jornadas del campeonato y rápidamente se distinguió como el mayor argumento de los blanquiazules en su intento de asegurar la salvación. Pese a su empeño, las cosas no funcionaron demasiado bien en la Vía de Cintura y el equipo perdió la categoría. No obstante, el ariete había dejado muestras de su clase a lo largo de todo el torneo y su nombre ya iluminaba la agenda de un sinfín de ojeadores. Ese mismo verano se marchó a La Coruña para probar fortuna y en un principio se comprometió con el Deportivo hasta el año 2009, aunque más tarde se le redactaría un nuevo contrato profesional.