Fernando Fernández |PEKIN
Dos meses y un día después de vestir el maillot arco iris por quinta vez, la vida da una tercera oportunidad a Marga Fullana para hacer realidad un sueño que se quedó a medio camino en Sydney, en el momento más dulce de su carrera; que se esfumó antes de tomar la salida en Atenas y que, ocho años después de colgarse la única medalla que posee una fémina en deporte oficial en Balears "bronce en cross country-, aparece de nuevo en el horizonte de la ciclista de Sant Llorenç. A sus 36 años, la corredora del Massi-Illes Balears vive una segunda juventud. Un nuevo pico de forma alcanza su cénit en Pekín, escenario de su tercera presencia olímpica y tal vez de una coronación que necesita una de las más grandes deportistas que ha conocido este país.
2008 parece que es el año. Campeona del mundial "por tecrera vez en la prueba individual, tras serlo dos veces en el Team Relay- el pasado mes de junio en Val di Sole (Italia), ganadora de la prueba de la Copa del Mundo celebrada en Vallnord (Andorra), segunda en Fort William (Escocia) y tercera en Madrid, Marga ha demostrado a sus rivales que ha vuelto más fuerte que nunca y dispuesta a atrapar el oro que una fea maniobra de Paola Pezzo le impidió hacer suyo en el año 2000.
La carrera olímpica de mountain bike ha visto alterado su guión. En cuanto a fecha y horario. Las fuertes lluvias caídas a lo largo del miércoles en Pekín y su periferia, donde se ubica el circuito de Laoshan, han dejado el escenario de la prueba en un estado preocupante. Por si no lo era antes, con cambios de última hora que han variado el trazado original. La colocación de piedras en descensos y zonas más técnicas no benefician en nada a Fullana, que apenas ha tenido unas pocas horas para rodar sobre un escenario plagado de toboganes y en el que la balear deberá aprovechar al máximo las contadas rampas de subida para romper la carrera a su manera. Problemas técnicos el día de su llegada y un control antidoping que retrasó su llegada en el horario oficial de entrenamiento juegan en contra de la balear, que sale sin miedo a nada, y ha desplazado hasta Pekín a su equipo de confianza. Georgia Cañellas, Joaquim Rovira, Fina Bosch y Pere Colom arropan a Marga en las horas previas a un desafío que lleva esperando desde hace cuatro años, cuando en el peor momento de su carrera aparecieron los Juegos de Atenas para certificar que 2004 era un año para olvidar. Tanto, que no logró ni acabar la prueba en aquel entonces.
El movimiento también ha afectado al horario de la carrera. Si antes estaba prevista para las tres de la tarde (9 de la mañana) de hoy viernes, el terrible estado en el que quedó el circuito y el escaso margen de tiempo para entrenar en el mismo del que disponían las ciclistas ha forzado a la Unión Ciclista Internacional (UCI) a variarlo, trasladándolo a las diez de la mañana (4 de la madrugada en España) del sábado 23, como aperitivo de la prueba masculina (9 de la mañana en España), lo que obligará a muchos a aplazar su sueño para presenciar una carrera que puede quedar para los anales del deporte balear.
Los papeles se han invertido en el tránsito de Atenas a Pekín. Si entonces la noruega Gunn Rita Dahle cerraba con el oro su reinado en el universo del mountain bike, ahora la vigente campeona olímpica y otrora mundial se vé relegada a la segunda línea, pero con terreno para remontar. La gloria olímpica llama a la puerta de Marga, que vuelve a reclamar un hueco en la historia.