El Real Mallorca perdió ayer en la tanda de penaltis el Trofeu Ciutat de Palma ante el PSV Eindhoven. Tras el terremoto de fuego y silbidos, el nuevo proyecto de Manzano se expuso ante los aficionados para exhibir el tratado de intenciones que regirá esta temporada.
La primera noticia fue la ausencia de Borja Valero del partido. El madrileño se va al West Bromwich Albion y ayer ni él ni el Mallorca quisieron arriesgar. Sobre el terreno de juego el técnico sacó a uno once que perfectamente puede ser el teórico titular en la Liga y que ofreció muy buenas sensaciones en la primera parte. En la segunda el carrusel de cambios interrumpió en exceso el partido y salvo acciones puntuales no hubo ni ritmo ni fútbol. Sin embargo, durante los primeros 45 minutos, con el bloque consolidado el Mallorca jugó más y mejor que el vial. Nada más empezar, Webó envió un balón al travesaño, lo que indicaba perfectamente el plan trazado. Fernando Varela "uno de los más activos sobre el campo" marcó en el minuto quince aprovechando un pase en corto de Jurado. Balonazo marca de la casa y gol. Una buena parada de Moyà y dos acciones de gol de Arango y una más del delantero camerunés cerraron una buena y entretenida primera parte.