M.A. / Efe
Un positivo que duele. La expedición española tuvo que afrontar ayer un día duro para intentar dar explicaciones y protestar por el positivo por EPO que se extrajo del análisis al que fue sometida la ciclista española, Maribel Moreno. A primera hora el Comité Olímpico Internacional (COI) confirmó esta mala noticia, la peor desde que hace apenas cuatro días arrancaron los Juegos. El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, calificó de «irresponsabilidad» el positivo por EPO de la ciclista, que abandonó los Juegos de Pekín por una crisis de ansiedad el pasado 31 de julio pocas horas después de haber llegado a la Villa Olímpica, y anunció que aplicarán «con toda la dureza» la Ley Antidopaje española contra la deportista y su entorno. «A los tramposos, el cerco se les estrecha, cada vez lo tienen más difícil, y a los que están cerca no es que el cerco se les estreche, queremos que acaben en la cárcel. Queremos cazar a todos los tramposos», manifestó. Recalcó, además, que serán «absolutamente inflexibles» con los responsables del positivo de Moreno. «Mi obsesión es acabar con los sinvergüenzas que se lucran con las sustancias que venden a los deportistas, que están jugando con su salud e incluso están poniendo en peligro sus vidas. Por eso pedimos colaboración. Más que el positivo, que es importante, el problema es dónde ha ocurrido. Desde aquí pido públicamente que diga quién le ha suminitrado la sustancia, dónde ha comprado esa sustancia. Le pido que diga quién le ha dado la EPO porque vamos a por esa persona. Esa irresponsabilidad se puede rebajar si se dan nombres», pidió.
Por otra parte y en el apartado deportivo, Alba Torrens volvió a tener un protagonismo especial en la victoria que consiguió el equipo femenino de baloncesto español ante Nueva Zelanda. De esta forma España recobra la conciencia. Tras el mazazo inicial ante China, Alba Torrens (9 puntos, 3 rebotes, 2 asistencias y 1 recuperación en 24 minutos) y sus compañeras empiezan a pensar que los cuartos están en su mano. La necesaria victoria ante Nueva Zelanda (85-62) invierte la dinámica de un grupo que vuelve a sonreír, aún con el lastre de un tropiezo inicial que podría condenarles a un diabólico cruce frente a Rusia o Australia. Hoy los chicos vuelven a escena para enfrentarse a los anfitriones en un duelo desigual y con Rudy como gran maestro de ceremonias. Los Juegos siguen su curso y Michael Phelps sigue a lo suyo. Ayer se colgó otro oro.