Efe|PEKIN
Aíto García Reneses, seleccionador nacional de baloncesto, vive pendiente de los entrenamientos y de la aclimatación de los jugadores al cambio horario y a las condiciones existentes en Pekín, pero España y, sobro todo, Pau Gasol, causaron una sacudida en su llegada a la capital china en el día de ayer.
El equipo nacional aterrizó en la capital de los Juegos procedente de Shanghai, ciudad en la que aterrizaron este lunes sin haberse podido entrenar por la premura de tiempo y otras cuestiones organizativas. Así que Aíto se mostró impaciente por empezar a trabajar cuanto antes nada más poner los pies en la capital olímpica.
Y ese momento de aparecer públicamente en Pekín puso de manifiesto la gran popularidad de la que goza el equipo español, actual campeón del mundo, y de la gran estrella que lo abandera, Pau Gasol, que tardó más de media hora en alcanzar el autobús del equipo entre atender a los medios de comunicación y firmar autógrafos a la marabunta de aficionados que se formó a su alrededor cuando apareció por el canal olímpico habilitado en el aeropuerto de la capital oriental.
Gasol salió detrás del grueso del grupo de internacionales, que iba encabezado por su hermano Marc, a quien muchos voluntarios y muchas personas que se vieron sorprendidos por la aparición de los gigantes de la 'ÑBA' en la terminal aeroportuaria. La confusión de la gente fue motivo más que suficiente para que algunos compañeros aprovecharan la ocasión de hacer algún chiste, incluido el propio Marc, y echarse unas risas.