Agencias / Carlos Montes de Oca
«Estoy preparado para ser el número uno». Rafael Nadal se asoma al trono mundial. Al cetro que, por resultados, le pertenece. No hay quien pueda con el invencible. Sólo ha perdido uno de sus ¡40 últimos partidos! -ante Juan Carlos Ferrero en Roma-, se ha embolsado siete títulos en tres meses sobre todas las superficies (tierra, hierba, cemento...) y acorrala a Roger Federer. El suizo ve cómo peligra su bastón de mando después de más de cuatro años, 234 semanas, en su poder.
Tras su victoria en el Masters Series de Toronto, el manacorí ya divisa la matrícula del número 1. Nadal está a sólo 300 puntos -oficiosamente la distancia es de apenas 150- y en el TMS de Cincinnati, que arrancó ayer, puede alcanzar el primer puesto y convertirse en el tercer jugador español -tras su paisano Carlos Moyà y Juan Carlos Ferrero- en liderar la lista.
«Si llego a ser el número uno, voy a estar preparado, seguro. Estoy preparado. Pero todavía soy el número dos», apuntó el jugador balear tras vencer el pasado domingo a Nicolás Kiefer en la final del Masters Series canadiense. Nadal podría ocupar el escalafón más alto del tenis mundial el próximo lunes si gana y Federer no pasa de cuartos de final o si llega a la final y el suizo cae en segunda ronda.
La gran temporada del español le deja muy cerca de un objetivo hasta hace poco impensable. En este curso ya ha ganado 61 partidos -sólo ha perdido 7- y acumula una racha de 29 victorias seguidas, que le han dado los torneos de Hamburgo, Roland Garros, Queen's, Wimbledon y Toronto. Anteriormente ya había conquistado los torneos de Montecarlo y Conde Godó. En la carrera de campeones ha superado la barrera de los 1.000 puntos a estas alturas del año.
«No creo que cambie demasiado ser número uno o número dos. Durante tres años estuve preparado para defender puntos y jugar con la presión de ser el número dos, así que estoy seguro que de ser el número uno estaré preparado», respondió Nadal a la pregunta de si está listo para ser «el rostro» del circuito masculino de tenis.
El español negó saber cuántas victorias más le hacen falta para desplazar a Federer del primer escalón. «Es imposible calcularlas, porque depende de si él gana, si él pierde, si yo gano, si yo pierdo. No lo sé exactamente», señaló el jugador de 22 años.
«Todos los jugadores quieren ser el número uno, y a mi me encantaría serlo. Pero estoy feliz con el número dos», agregó Nadal, quien además se alegró por el gran momento por el que atraviesa el deporte español.
«Sí, este año estamos haciendo muchas cosas muy bien y estamos teniendo muchos buenos deportistas en España. Estamos felices por todo eso», dijo Nadal al recordar otros logros.
El ranking ATP mantiene la puntuación de los tenistas durante 52 semanas y el año pasado el Masters Series de Toronto se disputó del 5 al 12 de agosto y el Masters Series de Cincinnati del 13 al 20 de agosto, por lo que los puntos obtenidos el año pasado por Federer (350 de la final en Canadá y los 500 de la victoria en Estados Unidos) y Nadal (225 de los cuartos de final en Canadá y los 5 de la derrotas a las primeras de cambio en Estados Unidos) no se les empezarán a descontar hasta la Lista de Entradas que la ATP publique el 18 de agosto.
Así las cosas, oficiosamente, Nadal aparece ya a sólo 150 puntos de Roger Federer (6.255 del suizo por 6.105 del manacorí). Los Juegos Olímpicos de Pekín también darán puntos: 400. Después queda el US Open, el último Grand Slam del año, donde el suizo defenderá la corona (1.000 puntos) mientras que el mallorquín sólo hizo octavos en el 2007.
Es el tercer jugador más joven -a los 22 años, un mes y 24 días- en llegar a 30 títulos ATP. Quedó detrás de Bjorn Borg (21 años, 7 meses y 9 días) y Jimmy Conners (22 años y 20 días). Su marca en finales es de 30-8. El número uno es cuestión de días.