Gregorio Manzano ha encendido la luz. El entrenador del Mallorca, que había sido señalado tras los descartes de Ballesteros, Jordi López y Molinero para el stage que dirige estos días en Kössen, aprovechó su primera comparecencia de la concentración austriaca para aclarar el asunto: «La decisión está tomada desde el día 20 de mayo, tras una reunión que mantuvimos el presidente, el director deportivo y yo nada más acabar la temporada. No ha sido de la noche al día. Según mis noticias, Nando Pons se puso en contacto ese día con sus representantes para comunicárselo», argumenta.
El técnico de Bailén, que tampoco quiso darle demasiadas vueltas al tema, reconoció que la situación por la que atraviesan los futbolistas que se han quedado en Palma es «desagradable», pero se mostró en todo momento partidario de mirar al frente: «Tienen contrato en vigor con el Mallorca y si no han encontrado equipo el club tiene una serie de obligaciones con ellos. Son cosas del fútbol, aunque ahora tenemos que pensar en los que están aquí y no en los que se han quedado en la Isla».
Problemas al margen, Manzano repasó las primeras horas de convivencia en el Tirol y reforzó la posición de los jugadores que tiene a sus órdenes en el hotel Sonneck. «Todos los que están en Kössen, a excepción de los del filial, cuentan para la primera plantilla», destacaba. «Ahora bien, podría ser que alguno de los que lleguen priven a otros de oportunidades y en ese caso se les buscaría equipo. Ahora hay que hacer un trabajo de grupo porque hay muchas incorporaciones y además, se trata de jugadores muy jóvenes que tienen que ir cogiendo el tono del bloque que mantenemos de la temporada pasada. Es difícil, pero habría que coger la estela de la temporada pasada».
En ese mismo sentido, el preparador andaluz no descartó que se produzcan nuevas bajas en los próximos días, aunque recordó que en muchos casos dependerá de los propios futbolistas. Tuni y Víctor son el ejemplo: «El representante de Tuni está en conversaciones con un equipo y le he dicho que tiene que buscar lo mejor para él. El caso de Víctor es exactamente igual».
Muy diferente es el panorama en el capítulo de altas. Manzano insiste en que faltan por llegar varios efectivos, aunque eso sí, con unas características muy concretas: «Lo que buscamos ahora son jugadores un poco más contrastados y con oficio, que aporten algo al plantel actual. Debemos hacerlo sin prisas, con tranquilidad y sabiendo que los que vengan deben ser una garantía de rendimiento. Aunque tengamos dinero, no vamos a tirarlo. Debemos tener paciencia y acertar todos».
El jienense abundó en la cuestión y se pronunció abiertamente acerca de lo que pretende para completar el ataque: «Buscamos un delantero centro, un hombre de referencia, de área. Si además es rápido, mejor. Ya ha habido contactos con algunos, pero son bastante caros», desvelaba.
Uno de los nombres propios que iluminó la intervención del técnico fue el de Pep Lluís Martí: «Todo el mundo sabe su situación. Le queda un año en Sevilla y tiene las características que perseguimos para el centro del campo. Pero las conversaciones las lleva Nando (Pons) y no sabemos si vendrá o no. Para nosotros sería interesante».
Además, reconoció que la continuidad del pobler Martí Crespí dependerá de su progresión y que si el jugador que ha jugado cedido en el Granada 74 vuelve a irse cedido el club tendrá que contratar dos centrales. Con respecto a la nueva confección del plantel, lanzó una advertencia: «El año pasado configuramos un buen equipo y se llegó al modelo que tanto me gusta, que consiste en jugar con un rombo en medio del campo y con un definidor arriba. Igual este año no podemos hacerlo y tenemos que cambiarlo en función de los jugadores que tengamos».