Freddy Sheperd tiene ya de primera mano toda la información necesaria para abordar la compra del Real Mallorca. Ayer, en una visita relámpago que realizó a la Isla -tiene su segunda residencia en Andratx- aprovechó, junto a sus principales asesores, para analizar con detalle el estado de cuentas del club y su situación accionarial. El principal problema con el que se enfrenta Sheperd es el concurso de acreedores en la que están implicadas las empresas de Vicenç Grande y, si bien el club funciona con libertad en el día a día, no puede llevarse a cabo una venta accionarial sin permiso del juez.
La entidad puede fichar y traspasar futbolistas, pero a la hora de dar el paso definitivo hacia una venta accionarial, la situación se complica debido al proceso de suspensión de pagos en la que está imerso el Grupo Drac.
El mutismo es prácticamente absoluto en las partes implicadas, aunque el propio presidente del club balear, Vicenç Grande, reconoció que «algo se está moviendo», respecto a la venta del club balear.
El empresario inglés está siguiendo desde hace semanas el día a día del club y es consciente de los importantes movimientos que se están llevando a cabo a nivel deportivo, como la venta de Dani Güiza o la más que posible marcha de Ariel Ibagaza. Sin embargo, su principal preocupación ahora es definir la estrategia a seguir para adquirir el paquete accionarial mayoritario del club y dicha estrategia se encuentra pendiente de lo que decida el juez. En estos momentos, la opción de Sheperd es prácticamente la única seria que hay sobre la mesa para abordar una posible compra y es una posibilidad que empezó a gestarse el pasado 11 de junio cuando Ultima Hora desveló las intenciones del mecenas inglés. Esta semana, el que fuera propietario del Newcastle, desveló respecto a esta operación que «todo lo que puedo decir es que estamos en conversaciones para adquirir el Real Mallorca», declaraciones que fueron recogidas por la agencia Reuters y que no hicieron más que reconfirmar las informaciones que ha ido ofreciendo este periódico.
Las partes implicadas han firmado una cláusula de confidencialidad que impide comentar cuál es el estado actual de la compra venta, aunque de cada día se avanza al respecto.
Si bien todavía no hay una fecha clara respecto a cuándo puede finiquitarse la operación, la intención de Sheperd era hacerse con el control del club este mismo verano, pero se ha topado de frente con el concurso de acreedores que, más que paralizar la situación, la ralentiza por lo que los tiempos ya no los marca ni Grande ni el empresario inglés, sino que lo hace la justicia.
Mientras tanto en el club se está trabajando con relativa normalidad intentando que nada de lo que sucede fuera de las oficinas de trabajo pueda enturbiar el día a día y la planificación deportiva de cara a la próxima temporada. Sin embargo, no es menos cierto que hay inquietud en el seno de la entidad para conocer qué futuro espera al Mallorca a corto plazo. De momento, la principal operación que se intenta finiquitar es la venta de Dani Güiza, por la cual el club percibirá 15 millones de euros, que le permitirá afrontar el pago de las fichas.