Jenaro Lorente |NEUSTIFT (AUSTRIA)
Los relegados de la selección, los que viajaron a Austria conscientes de que gozarían de muy pocos minutos en la Eurocopa, tendrán mañana ante Grecia y en Salzburgo su alternativa. Luis Aragonés, que piensa ya más en el partido de cuartos de final del próximo domingo en Viena que en el compromiso ante los griegos, probará a los suplentes ante el actual campeón de la Eurocopa, ya eliminado de la actual edición.
El entrenador quiere ver en acción a su segundo equipo y comprobar si sus componentes responden en una cita de relevancia por pertenecer a la Eurocopa.
Luis sabe que aunque no haya nada en juego, sí lo está el prestigio de España y el suyo propio, pues cada partido sigue batiendo marcas. El técnico sumó ante Suecia su partido número 50 al frente de la selección, con un balance envidiable: 35 victoria, 11 empates y solo 4 derrotas.
Día marcado
Una de ellas la tiene clavada todavía Luis. La sufrida ante Francia en los octavos de final del Mundial de Alemania, y después del mismo comienzo esplendoroso que el observado en Austria. El domingo es el día marcado para desquitarse de ese importante lunar. Antes, está el compromiso de los griegos que los titulares mirarán desde el banquillo.
Será un descanso necesario para los «tocados». David Silva, con un esguince en el tobillo, no se entrenó con España en el entrenamiento matutino, aunque en el vespertino corrió un poco por el césped del campo de entrenamiento de Neustift.
Carles Puyol y Santiago Cazorla, sin embargo, no estuvieron en ninguna de las sesiones. El defensa del Barcelona padece una artritis postraumática en el pie derecho, la misma dolencia que el centrocampista del Villarreal, la única duda de Luis para el partido ante los griegos. El técnico quiere ponerle, aunque eso dependerá de si se recupera a tiempo.