El apoyo de los cerca de doscientos aficionados blanquiazules desplazados a Gernika no fue suficiente para superar al conjunto vasco en el partido de ida de la segunda eliminatoria de ascenso a Segunda División B, por lo que el conjunto blanquiazul deberá ganar en el Estadi Balear para conseguir el ascenso. La primera parte fue muy disputada y en la segunda sólo hubo uno un equipo sobre el terreno de juego, el mallorquín, aunque no fue capaz de traducir su superioridad en goles.
El Atlètic salió muy metido y presionando arriba desde el primer minuto, aunque el choque comenzó con muchos nervios por parte de los dos equipos y sin un dominador claro, amén de lo mucho que se jugaban. El conjunto blanquiazul no conseguía imponer su fútbol en el centro del campo y los locales ponían en peligro a la zaga visitante con un juego directo consistente en balones largos buscando la velocidad de sus dos puntas, Oxel y Etxabe. Aun así, en el minuto 18, llegó la primera ocasión clara del Atlètic, fruto de un disparo de Rubio que desvió con los puños Oier. La réplica llegó sólo cuatro minutos más tarde cuando Etxabe prolongó un balón para Oxel que ganó en velocidad a Rodri, pero su disparo salió a la derecha del marco defendido por Cuesta. El partido se convirtió en un correcalles y ninguno de los dos conjuntos conseguía hacerse con el control del esférico.
La segunda mitad se inició sin cambios y con el Atlètic tratando de hacerse con el mando del partido. Rubio siguió creando peligro por su banda aunque la defensa local se encargó de desbaratar cualquier atisbo de peligro. Los blanquiazules empezaron a triangular en el centro y se fueron a por el partido, mientras que los locales bajaron la intensidad y se centraron más en mantener su puerta a cero que en buscar el gol. La única ocasión fue un remate de cabeza de espaldas al marco de Oxel tras el saque de una falta de Suso.
Cazorla se fue a por el partido e introdujo en la punta de ataque junto a Lucas a Nevado. Los locales se vieron superados física y técnicamente por su rival, pero la superioridad blanquiazul no obtuvo recompensa. Al final, empate que beneficia al conjunto local y que obliga a los isleños a vencer en la vuelta si quieren jugar en Segunda B la próxima temporada. El Estadi Balear dictará sentencia.