Efe|BARCELONA
El Tau Cerámica logró una victoria de vital importancia frente al AXA Barcelona (64-75) en el partido que inauguró la final de la ACB 2008, anulando la ventaja de campo de los azulgrana gracias al buen hacer del brasileño Tiago Splitter. El equipo blaugrana salió a por todas, pero su gran inicio resultaría un espejismo. El equipo ceramista tardó en meterse y los de Xavi Pascual no dudaron en castigar desde el perímetro sus dudas. Hasta cuatro triples en los tres primeros minutos anotaron los locales, abriendo pronto hueco.
La velocidad a la que se desarrolló el primer periodo apenas dejó tiempo para el descanso, y Ersan Ilyasova no tardaría en frenar la reacción (parcial de 0-9) ceramista. Sin embargo, Teletovic se encargaría de mantener a los suyos por delante, nuevamente desde la larga distancia. El acierto del bosnio serviría de pistoletazo de salida para los de Neven Spahija. Si en el primer cuarto era el equipo culé quien abría la veda con un parcial de inicio de 8-0, los vascos devolvieron la moneda en el segundo periodo. La claridad en ataque de los azulgrana desaparecía al mismo ritmo que aumentaba la efectividad de los vascos. El Tau dominaba el rebote y Splitter no encontraba rival en pintura contraria, por lo que la ventaja se estiró hasta marcar los 16 puntos, distancia que la garra de Grimau apenas lograría maquillar antes del descanso.
En la reanudación, los equipos parecieron tomar conciencia, y ajustaron sus defensas. Ilyasova acudió al rescate su equipo. El esfuerzo del turco atrás y su gran momento en ataque redujeron las distancias hasta los siete puntos. La dinámica positiva en la que se hallaron inmersos permitió a los de Xavi Pascual recortar hasta los cuatro puntos gracias a un triple de Pepe Sánchez.