Efe|MURCIA
Murcia y Barcelona despidieron ayer una temporada para olvidar con distinto poso tras el adiós de la Nueva Condomina a Primera en un duelo falto de tensión que propició multitud de ocasiones y goles en ambas porterías. El conjunto azulgrana con Giovani como principal estilete abusó de los hombres de Clemente y brindó una goleada a Rijkaard en la última ocasión en la que el técnico holandés se sentaba en el banquillo culé.
El equipo de la capital del Segura saltó al césped con la intención de despedirse de Primera con un triunfo de prestigio y fruto de su insistencia Ocho abrió el marcador al rematar libre de marca un saque de esquina.
Sin embargo, la velocidad de Messi, la sintonía entre Henry y Etoo y el acierto de Giovani marcó las diferencias en apenas diez minutos. Los de Rijkaard encontraron multitud de grietas en la endeble retaguardia adelantada de los locales, que bajaron los brazos con el deseo latente de minimizar los daños.
La segunda mitad supuso un descenso en la intensidad que se acrecentó aún más cuando Giovani completó su hat-trick con dos dianas para enmarcar. La primera tras una combinación al primer toque en la frontal del área que culminó con una vaselina sublime desde fuera del área y la segunda con un toque sutil desde la media luna que se coló por la escuadra de la meta local.
El Barça dio por bueno el resultado y el Murcia aprovechó el ejercicio de suficiencia del conjunto catalán maquillaba el resultado con un penalti transformado por Iván Alonso y un libre directo ejecutado por Abel.