El Mallorca ya tiene casi perfilada su agenda veraniega, que este año, por la celebración de la Eurocopa, estará mucho menos comprimida que en los estíos anteriores. En total, los jugadores del conjunto rojillo disfrutarán de cuarenta y nueve días de vacaciones y no volverán a la carga hasta principios de julio.
El cierre definitivo de la temporada se producirá el próximo 18 de mayo. Ese día, el Mallorca recibirá en su cuartel de Son Moix al Zaragoza y el plantel iniciará horas después un amplio periodo de asueto que se prolongará hasta el día 7 de julio, la fecha escogida para realizar las pruebas médicas y físicas que evaluarán el estado del grupo. Sin embargo, los futbolistas no pisarán el césped de la ciudad deportiva hasta el día 9. A partir de ahí, entrenarán durante unos días en las instalaciones de Son Bibiloni y viajarán el día 14 a la localidad austríaca de Kössen, donde convivirán trece días. El 26 de julio regresarán a Palma y seguirán preparando aquí su incursión en la nueva campaña. Los únicos jugadores que esquivarán esas fechas serán los que acudan a la Eurocopa, que se celebrará muy cerca del lugar de concentración rojillo entre el 7 y el 29 de junio.
Uno de los pocos puntos que faltan todavía por concretar es la parrilla de amistosos que se llevarán a cabo durante el stage tirolés. En los últimos años, el Mallorca ha disputado entre cuatro y cinco encuentros en la estadía centroeuropea y este año afrontarán una programación parecida. El nombre de los rivales y las fechas de esos bolos se irán definiendo próximamente.
Con respecto a la estancia en Kössen, los jugadores del Mallorca no se vacunarán finalmente para evitar el riesgo de contraer la encefalitis centroeuropea que provoca la picadura de la garrapata que habita en los bosques del corazón del viejo continente. Tanto en Austria como en Suiza y el sur de Alemania existe la amenaza de contraer la enfermedad que afecta al sistema nervioso dado el entorno boscoso y rural, sobre todo en los meses de verano. La UEFA había recomendado a las selecciones que toman parte en la Eurocopa que vacunaran a sus jugadores dos meses antes de la competición, aunque a su vez admitía que el riesgo de picadura es mínimo. Los servicios médicos del Mallorca, apoyándose en la experiencia de los ocho stages anteriores, no creen que sea necesario hacerlo. De hecho, uno de los parasitólogos más importantes de Austria, Horst Aspöck, apuntó recientemente que «es extremadamente improbable que un futbolista sea picado por una garrapata durante sus dos o tres semanas de estancia en el país». De esta forma, no se incrementarán las precauciones con respecto a otros años.