La permanencia sigue congelada. El Bàsquet Inca desaprovechó la oportunidad de tumbar a uno de los grandes y sumó su tercera derrota consecutiva, con lo que los de es Raiguer siguen apostados en la zona peligrosa de la clasificación. Y eso que mantuvieron el tipo los gualdinegros, a los que un mal arranque del parcial decisivo y un Andy Panko letal barrieron del parqué tras realizar un enorme esfuerzo, más con las ausencias de Abrams y Riera notándose en exceso. El Bruesa mostró sus credenciales (82-89), pero tuvo que emplearse a fondo para acabar con las ilusiones de un Inca que se aferra a su ligero margen de maniobra para seguir soñando.
Las cosas parecían no comenzar bien para los baleares, que se veían sorprendidos por un Bruesa que no iba a regalar nada, consciente de que su segunda plaza adquiere un enorme valor de cara a la fase final, ya que el ascenso parece patrimonio del CAI Zaragoza.
Pese a que los de Laso intentaron distanciarse (8-13), un parcial de 10-2 cambió el panorama y puso por delante a los mallorquines (18-15), que se beneficiaron de la carga de faltas personales de los vascos, que obligaron a su técnico a forzar las rotaciones. En esas, el Inca lograba cerrar el primer cuarto con una corta ventaja (22-20) a su favor.
La igualdad fue una constante a lo largo de un segundo cuarto en el que el Inca sacó las garras. La mejor muestra fue el empujó final de los locales, que conseguían alcanzar el camino de los vestuarios con un 41-40 que alimentaba las ilusiones de una grada ayer entregada con los suyos.