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El Tenerife Rural pudo enganchar una buena dinámica y está mucho más cerca de luchar por su objetivo del ascenso. Después de la victoria de la semana pasada en Melilla ha logrado encadenar su segundo triunfo consecutivo, que le acerca un poco más a los 'playoffs' por el ascenso, a costa de un Bàsquet Inca que movió sus bazas, y que, sin ofrecer una mala imagen, pecó sin embargo de excesiva irregularidad a lo largo de los 40 minutos y acusó las bajas de Abrams y Joan Riera.
Comenzó frío el encuentro con poco ritmo por parte de los dos equipos. Tres triples seguidos fallados por Barbour pusieron nerviosa a la grada y evidenciaron la falta de ideas del Tenerife Rural en ataque. El entrenador local, Rafa Sanz, con 3-6 en contra no lo veía nada claro e introdujo tres jugadores nuevos (Wachsmann, Guaita y Llompart) antes de que se cumplieran los primeros seis minutos de juego.
Con el nuevo quinteto en liza, el partido se igualó hasta llegar al 8-8 en el marcador. Los tinerfeños se mostraban, si no más fresco sí más impetuoso debajo de los dos aros, mejorando su promedio reboteador. No obstante, al Bàsquet Inca le bastó con estar más acertado desde la línea de tiros libres para colocarse cuatro arriba (10-14) al final del primer cuarto.Peor se pusieron las cosas para el cuadro canario tras la reanudación. Con 10-16, los locales reaccionaron a tiempo y un parcial de 7-0, triple de Guaita incluido, les llevó a ponerse por delante. Durante el transcurso de este periodo, se notaron las carencias de los dos conjuntos. Ambos se mostraban imprecisos en el lanzamiento y muy espesos de movimientos, lo que derivaba en un enfrentamiento de bajísima calidad. El Tenerife Rural se sostenía en Guaita y el Bàsquet Inca en los intentos desde la línea exterior para llegar con un paupérrimo 28-25 al descanso.
En el arranque de la segunda mitad del partido, el equipo que salió más concentrado fue el Tenerife Rural, que consiguió colocarse nueve arriba (38-27), gracias a su mayor fortaleza en el rebote y, en estos instantes, parecía que iba a romper el duelo. Muy al contrario que el cuadro balear, que despertó y jugó unos espléndidos minutos, aguerridos atrás y tomando riesgos en los lanzamientos. Un triple de Sergio Ramos sobre la bocina culminaba la remontada y dejaba el luminoso empatado a 40. Estaba todo por decidir en el último tramo de la contienda, que se inició con ocho puntos de Francis Sánchez y tres de Lampropoulos. Total: un parcial de 11-0 a favor del Tenerife Rural que finalmente fue definitivo para el devenir. El técnico visitante solicitó un tiempo muerto, en el que intentó reestructurar a su quinteto, pero ya no había nada que hacer. El encuentro se le había escapado en tres minutos fatídicos (72-59).