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Motociclismo

A la altura de su ídolo

Lorenzo firma el mejor debut de un español en la cilindrada reina y acaricia los registros de Max Biaggi, el más brillante de los 'rookies'

F.F.|JEREZ
La historia y la estadística del Mundial de 800 centímetros cúbicos habría dado un giro de 360 grados si Jorge Lorenzo hubiera hecho buenos los pronósticos y hubiese hecho sonar el himno español en el Circuito de Jerez.

Pese a ello, el de Yamaha ya puede presumir de firmar el mejor arranque de un piloto español en la historia del Campeonato de MotoGP. No en vano, con un segundo (Qatar) y un tercer puesto (Jerez), se sitúa a la altura de los mejores rookies de todos los tiempos. Tanto, que se permite el lujo de alcanzar el registro que en 1998 alcanzó el confesado ídolo del mallorquín, el italiano Max Biaggi.

El indiscutible emperador del cuarto de litro (cuatro títulos) acabó ese año como subcampeón, por detrás de Doohan y delante de Crivillé, y lo hizo con un debut espectacular. En la puesta de largo del Mundial, en Suzuka (Japón), logró la 'pole' y la victoria. Dos semanas después, en Sepang (Malasia), Doohan imponía su ley, pero tras el australiano y el catalán Carlos Checa aparecía en meta Biaggi, que con dos podios y una 'pole' marcaba un hito que hasta el momento nadie había logrado alcanzar. Ni Valentino Rossi, ni Dani Pedrosa, ni nadie. Hasta que llegó un joven portento que quiso igualar a su icono, aunque le faltó el triunfo para redondear la faena y añadir otra gesta a su historial.

Hasta aquel momento, el finlandés Jarno Saarinen había sentado un precedente que todavía hoy sigue en vigor, aunque salvando las distancias y los 300 centímetros cúbicos de diferencia. Las tres primeras 'poles' del año (Francia, Austria y Alemania) y dos rotundas victorias (Paul Ricard y Salzburgring) forman parte de la leyenda y pocos se han atrevido a acercarse a ese registro.

A escala nacional, los números de Lorenzo en 2008 marcan la pauta. Aunque Dani Pedrosa logró un segundo puesto en su puesta de largo en MotoGP (Jerez, 2006), fue sexto en Losail y no logró ningún crono de referencia en los entrenamientos previos. Eso sí, puede presumir de ser el más tempranero en probar la parte más alta del podio. Apenas necesitó cuatro carreras para conseguirlo (Shanghai, 2006), tras lograr la posición de referencia en la parrilla. Àlex Crivillé apareció en la cilindrada superior en 1992, y aguardó a su tercer Gran Premio (Malasia) para escalar al cajón (tercero), llegando su primer triunfo parcial en Assen (Holanda), la octava prueba del curso. Otros tipos con pedigrí como Alberto Puig, Sito Pons, Sete Gibernau, Carlos Checa o Toni Elías se quedan lejos y no pueden competir con el mallorquín que se dedicaba a coleccionar récords de precocidad en cada una de las cilindradas que le veían crecer como leyenda.

Lorenzo, que no suele conformarse con nada, afrontará la tercera prueba del Campeonato del Mundo en Estoril (Portugal, 13 de abril) con el deseo de alimentar la amplia ristra de hazañas que lleva sobre su moto.

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