PALMA 75
BÀSQUET INCA 83
PALMA (15+9+27+24): Pau del Tío (3), Pep Pacreu (5), Guillermo Rejón (22), Thomas Terrell (16), Anderson Schutte (3), -cinco inicial- Miguel Feliu (3), Xavi Puyada (12), Chuck Kornegay (6) y Alberto García (5).
19 de 32 en tiros de dos puntos, 6 de 21 en triples y 19 de 26 en triples. 28 rebotes (19 defensivos y 9 ofensivos) y 25 faltas personales.
BÀSQUET INCA (15+20+18+30): Sergio Ramos (15), Marc Blanch (6), Joan Riera (31), Lamont Hamilton (0), Anthony Stacey (3), -cinco inicial- Alberto Alzamora (4), Carles Biviá (2), Alberto Ruiz de Galarreta (14), Jan Orfila (6) y Kestutis Marciulionis (2).
13 de 25 en tiros de dos puntos, 10 de 27 en triples y 27 de 29 en tiros libres. 23 rebotes (17 defensivos y 6 ofensivos) y 25 faltas personales. Àrbitros: José Antonio Pagán Baró y Clemente López Martínez. Eliminaron por cinco faltas personales a Xavi Puyada y Anderson Schutte. Castigaron con dos técnicas y descalificante al técnico del Palma, Àngel Colino. Incidencias: Palma Arena. Unos 2.000 espectadores presenciaron el encuentro. Pasa a la página siguiente Viene de página anterior Fernando Fernández
Lo tuvo en su mano un Palma que sólo perdió la fe cuando los árbitros les acribillaron a faltas y Colino acabó viendo el final desde el túnel, todo mientras el Inca sellaba su mejor racha del curso (tres triunfos seguidos) y veía como el sueño de la permanencia cobraba forma tras un largo periplo a la sombra. Terrell pretendió reivindicarse ante los que fueron sus compañeros durante el primer tramo del curso en un arranque que ofreció a un Palma intenso en defensa y que salió arrollador. Cinco puntos del estadounidense (5-0) abrieron una brecha que un 0-7 sellado por Riera finiquitaba. Rejón era el puntal bajo los tableros y dejó fuera de lugar a un Hamilton al que nunca se le vio metido en el partido. Sin Abrams, él y un Orfila en plena progresión estaban llamados a ser los argumentos interiores, pero los de es Raiguer reivindicaron la profundidad de su plantilla para exhibir un sólido perímetro. A ritmo de triples, Ramos dejaba ver que en el partido motivaba, pero los tiradores celestes también daban muestras de flaqueza al cierre del primer cuarto (15-15).