Guillermo Ariel Pereyra deja el Mallorca. El centrocampista argentino fue traspasado ayer al Lokomotiv de Moscú en una operación relámpago que cuajó tras varias horas de intensas negociaciones en la planta noble del ONO Estadi. El Guille jugará tres temporadas en la emergente liga rusa y multiplicará por cinco sus ingresos, mientras que el club balear percibirá una cantidad cercana a los tres millones de euros, el triple de lo que pagó a River Plate en el año 2005.
La venta de Pereyra se gestó durante dos días frenéticos. Los responsables deportivos del Lokomotiv llevaban mucho tiempo siguiendo al pivote (sus emisarios habían acudido en varias ocasiones a Son Moix para observarle in situ) y el martes por la tarde desplegaron sus redes con la intención de cerrar su contratación e inscribirlo en el campeonato ruso antes de que concluyera el plazo permitido, que se cerraba oficialmente anoche. Los dirigentes moscovitas le plantearon al argentino un con trato mareante: tres temporadas de duración y unas ganancias que entre ficha e incentivos ascenderían a casi diez millones de dólares. Después de meditarlo durante horas, el futbolista le trasladó al Mallorca su deseo de aceptar la propuesta y el fichaje cristalizó. Pereyra, que hoy acudirá a Son Bibiloni para despedirse de sus compañeros, se marchará el sábado hacia su nuevo destino, en el que permanecerá hasta noviembre de 2010. Conviene recordar que la liga rusa, que la semana que viene inaugurará una nueva edición, se disputa entre marzo y noviembre. Participan dieciséis clubes y el nuevo equipo del de Río Cuarto no celebra el título desde el año 2002.
Pereyra llegó ayer a primera hora de la tarde a las oficinas del Mallorca para perfilar los detalles de su marcha y a las 19:30 horas abandonaba Son Moix entre un severo contraste de sensaciones. «Era una oferta muy grande, nunca en la vida me habían hecho ninguna igual. Dicen que hay que saber aprovechar las oportunidades y creo que he hecho lo correcto. Lo que pasa es que está el Mallorca de por medio y hay muchos sentimientos», explicaba. «Mi familia y yo lo hemos evaluado y hemos llegado a la conclusión de que es una gran ocasión. Podemos empezar una nueva etapa y a partir de ahí, tenemos que pensar en positivo para empezar otra vez de cero y adaptarnos cuanto antes», añadía.
Pereyra reveló después que había recurrido a otro ex mallorquinista, Maxi López (milita en el FC Moscú), para aclarar su mente y hacerse una primera idea de lo que encontrará en Rusia: «He hablado bastante con él y también con Bracamonte, un jugador argentino que lleva allí mucho tiempo. Me han hablado muy bien y me ayudará mucho tener esa referencia».