Europa Press|BARCELONA
Jarno Trulli (Toyota) logró ayer el mejor tiempo (1:20.801) del día y de las tres jornadas de entrenamientos de esta semana en el Circuit de Catalunya, en una sesión en la que Fernando Alonso (Renault) mejoró respecto al día anterior y acabó con el séptimo mejor tiempo (1:21.933), tras ser el que dio más vueltas al circuito (128).
El asturiano, que el martes había concluido en una discreta decimotercera posición tras probar unos nuevos frenos en su R28, despidió los últimos entrenamientos de la pretemporada en el trazado de Montmeló rodando más que nadie y siendo el séptimo más rápido del día, por detrás de su compañero, el brasileño Nelsinho Piquet, y a seis décimas del crono de Trulli.
El italiano marcó el mejor tiempo, seguido del escocés David Coulthard (Red Bull) y del alemán Nico Rosberg (Williams). El finlandés Heikki Kovalainen (McLaren) quedó cuarto y quinto el australiano Mark Webber (Red Bull). Tras ellos finalizaron los Renault y más atrás Kimi Raikkonen (Ferrari) y Lewis Hamilton (McLaren), noveno y décimo, respectivamente.
El Circuit de Catalunya, que durante estos tres días de entrenamientos ha registrado una asistencia de más de 11.200 espectadores, volverá a tener actividad de F-1 en el mes de abril. Del 14 al 16, las escuderías volverán a participar en los últimos entrenamientos colectivos antes que el 27 de abril se dispute el Gran Premio de España en Montmeló.
Por otra parte, Alonso reconoció ayer que ya era consciente de que al principio del Mundial, dentro de quince días en Melbourne, era «imposible» estar con un coche ganador y que todavía les falta «un pelín», que a estas alturas es «casi insalvable», para estar en el podio.
Alonso, que dijo estar de «diez» en moral, pero «un poco menos, un 7» en optimismo, afirmó que no está preparando a nadie por si los resultados no llegan sino que lo que siente «de verdad» es que estarán «del séptimo al noveno» e incluso calibró en un exiguo «treinta por ciento» sus opciones de ser campeón.
Alonso, que dijo no haberse arrepentido de su marcha de McLaren-Mercedes, cree que con su fichaje por Renault se vendió una historia que no era real, la de que el 'R28' iba a ir demasiado bien. «Se ha subido demasiado el listón», confesó. «Estoy donde esperaba estar y no me arrepiento», agregó. El ovetense cree que uno de los problemas es la adaptación de Renault a los neumáticos Bridgestone.