El alcalde de Manacor, Antoni Pastor, primero; el padre del número dos del mundo, Sebastià Nadal, después, y en última instancia el asesor del tricampeón de Roland Garros, Alberto Costa, han mostrado su preocupación y malestar por los problemas que acumula el proyecto del Centro de Tecnificación de Tenis que se construye en Manacor. La presentación de la Fundación Rafael Nadal en la capital de Llevant habilitó el escenario para reabrir el debate. Todavía no se ha inaugurado y las últimas declaraciones de Carlos Costa recogidas por Efe encienden las alarmas. Costa considera que, a juzgar por el tiempo transcurrido, «todo indica que el proyecto del Centro de Alto Rendimiento Rafa Nadal no irá adelante porque el Govern no quiere seguir».
El consistorio manacorí cedió el terreno, el Govern tenía que hacer frente a la inversión y el equipo de Rafael Nadal asumir el proyecto. El consenso que parecían haber alcanzado las partes implicadas a principios de diciembre tras semanas lanzándose dardos envenenados da la sensación de haber saltado por los aires. Las relaciones volvían a su cauce tras garantizarse la primera fase, pero la segunda fase y la explotación se mantuvieron en el centro de la polémica. El Ejecutivo autonómico lamentó la deuda heredada y limitó la infraestructura por su elevado coste. El ayuntamiento y los responsables técnicos del centro lamentaron la reducción en las prestaciones que contempló el cambio de color político en el Consolat y Carlos Costa lo tiene claro «el Govern está en deuda» en virtud de un convenio firmado en 2004 en el que la institución se comprometía a construir el centro.
«Rafa acordó ser la imagen de las Islas Baleares durante cuatro años y lo fue en eventos como Fitur y en diversos torneos celebrados en las islas, así que ha cumplido su parte», considera Costa, que aprecia que la instalación «era una buena oportunidad, tanto para los residentes de Manacor y por extensión de la Isla y también como una buena fórmula para atraer deportistas de fuera y acoger eventos importantes».
La reunión de principios del mes de diciembre se saldó con una tregua en la que intervinieron el conseller d'Esports, Mateu Cañellas, y el director general, Biel Gili, pero Carlos Costa reivindica que a través del alcalde de Manacor, Antoni Pastor, realizaron una petición para entrevistarse con el presidente del Govern, Francesc Antich, una petición que no ha recibido respuesta y que mantiene en vilo
Por su parte, el alcalde de Manacor, Antoni Pastor, también en declaraciones a Efe consideró que ha llegado el momento de «tomar decisiones» ya que, según ha asegurado, «ya han pasado nueve meses y no hemos recibido ninguna respuesta». Pastor ha criticado la actitud del Govern por «estar de brazos cruzados ante una persona como Rafa, con lo que mueve en todo el mundo y que se ha mostrado dispuesta a entregar lo que tiene».
Cabe recordar que la primera fase, que debería ver la luz en breve, consta de dos pistas de squash, una de tenis cubierta, siete exteriores (tres de tierra y cuatro de superficie sintética), seis de pádel, una grada y un almacén tendría un coste que asciende a 5.675.511'30 euros. La segunda fase, que se encuentra en el centro de la polémica, incluye un edificio de cuatro plantas con aparcamiento, zona de calderas y climatización, tienda de deportes, guardería, ludoteca, área médica, residencia, restaurante, vestuarios y gimnasio representaría un desembolso que rondaría los doce o trece millones de euros.