Los expertos no dudaban y en esta edición, contrariamente a los sucedido el año pasado, el pronóstico se cumplió. El pupilo de Pierre Levesque volvió a marcar la pauta en la edición número ochenta y siete del Prix d'Amérique y ganó a las riendas de Offshore Dream que firmó una carrera magistral y consiguió por segunda vez -ya lo hizo el año pasado- salir victorioso de la carrera de trote más prestigiosa del mundo.
A pocos minutos de empezar la carrera el caballo francés era el favorito en las apuestas y se pagaba a 2'7 por cada euro jugado, lo que indica bien a las claras que la afición tenía meridianamente claro sobre quien depositar su confianza. Offshore Dream, pese a no ganar en sus últimas participaciones, si dejaba entrever que llegaba a esta prueba en plenas facultades físicas, como así se demostró.
La carrera se vio marcada por hasta cuatro salidas nulas, dos de ellas provocadas por la campeona Pearl Queen. El sueco Super Light fue el primero en marcar el ritmo de la prueba y pasó por primera vez por las tribunas liderando el grupo. Cuando se habían disputado poco más de 1.000 metros pasó a comandar el recorrido Meaulnes du Corta con un parcial de 1.11.9 y Super Light quedaba a su espalda.
Más atrasados estaban Offshore Dream i Kool du Caux. En plena montée Meaulnes du Corta rodaba a 1.12.0 y Kool du Caux se situaba en segunda línea. Ya en la última curva Orla Fun acompañaría por el exterior Meaulnes du Corta y Kool du Caux era tercero por la cuerda. Offshore Dream escoltaba en estos momentos a Orla Fun. Meaulnes du Corta marcaba un registro provisional de 1.12.0 a 500 metros de meta. Orla Fun lo marcaba de cerca por fuera. En la entrada a la recta de llegada Offshore Dream se abría al exterior e iniciaba la lucha por la victoria. En mitad de la recta Meaulnes du Corta se desmontaba y perdía las opciones de ganar. Offshore Dream consolidó su segunda victoria en el Prix d'Amérique con un poderoso remate por todo el exterior del anillo y con un registro de 1.12.1 se quedó a sólo una décima del récord que él mismo estableció el año pasado. Offshore Dream se convirtió así en el caballo número dieciocho que consigue ganar en dos ocasiones la gran clásica del trote francés. El sueco Opal Viking protagonizó una de las sorpresas de la carrera, ya que en las apuestas era el cuarto producto menos jugado. Opal Viking obtuvo la segunda plaza a 1.12.2 dirigido por el maestro finlandés Jorma Kontio. Completó el podio Orla Fun, una yegua que obtuvo la participación en el Prix d'Amérique gracias a su victoria en una de las calificativas. La pupila de Loïc Guinoiseau estableció un tiempo de 1.12.3. Nouba du Saptel, la segunda en las apuestas, rodó siempre lejos de las posiciones de vanguardia y en la llegada ocupó la octava posición a 1.12.8. La victoria del conductor francés indica que el triunfo del año pasado por estas mismas fechas no fue fruto de la casualidad y se inicia la era Offshore Dream. El objetivo será emular al emblemático Ourasi que obtuvo cuatro victorias del Prix d'Amérique. La afición francesa ya tiene un nuevo ídolo.