El Mallorca no tiene problemas de salud. O al menos eso es lo que asegura Gregorio Manzano. Según el técnico andaluz, la plantilla está en óptimas condiciones para reanudar su ruta por la Liga y le plantará cara al Atlético de Madrid (mañana, Son Moix, 17:00 horas) con las baterías totalmente cargadas. «Físicamente estamos bien. El domingo el equipo estará fresco y preparado», advertía ayer en un discurso regado a base de optimismo.
Los siete encuentros que ha protagonizado el conjunto bermellón en apenas veinte días habían activado las luces de alarma del ONO Estadi. El grupo isleño había exhibido una cierta fragilidad en la actuación del pasado miércoles ante el Getafe y aunque en el entorno flota la sensación de que las fuerzas se agotan, Manzano es mucho más optimista,. Eso sí, reconoce que los últimos desplazamientos le han restado algo de explosividad a los suyos: «El problema es que por primera vez en nuestra historia hemos viajado cuatro veces en diez días y eso influye en el cansancio. Son muchos días de vuelos, viajes, hoteles...», alega.
Manzano se ha preocupado también de borrar la palabra crisis del manual bermellón. «Las cosas no van mal», señala. «No hemos mantenido la regularidad durante el mes de diciembre y ahora lo estamos acusando con un déficit de puntos, pero estar a las puertas de una semifinal con un 1-0 en contra y toda la segunda vuelta por delante no creo que sea estar mal», argumenta. De hecho, tampoco cree que el encuentro de mañana merezca ser catalogado de final: «No lo es, aunque se trate de un partido muy importante. Queremos ganar de una vez por todas. El domingo pasado lo tuvimos a punto y no pudimos saborearlo. Los tres puntos nos darían impulso y nos ayudarían a situarnos en la mitad de la tabla. Debemos poner los cinco sentidos porque viene un equipo que está haciendo una gran temporada, que es fuerte en ataque, que tiene experiencia y muchas ganas de dar el salto definitivo», avisa a la hora de examinar al cuadro rojiblanco.
El mejor ejemplo posible a la hora de ahuyentar los fantasmas es el de la temporada pasada. El Mallorca superó al Recreativo en Son Moix y cogió la altura necesaria para conectar siete victorias consecutivas como local. Es el camino a seguir. «Queremos empezar la segunda vuelta como lo hicimos el año pasado y arrancar con una serie de triunfos. Y no hay nada mejor que hacerlo ante un grande. Está todo muy igualado y la clave se halla en encadenar una serie de buenos partidos. El que lo haga saldrá de ahí abajo. Es una clasificación muy igualada y el que crea en lo que está haciendo saldrá sin problemas».
El entrenador rojillo, que durante los últimos días le ha recordado a sus futbolistas la necesidad de «cerrar los partidos» antes de que el rival de turno despierte, ha analizado junto a los suyos los últimos goles recibidos para evitar que vuelvan a repetirse algunas situaciones. En esa dirección, el jienense considera que «últimamente ha habido una serie de jugadas en las que no hemos defendido de forma correcta, pero trataremos de corregirlo para intentar que no vuelva a producirse. Más allá de eso, jugaremos con un 4-4-2 y de forma equilibrada. Seremos ambiciosos e iremos a por el Atlético».
El jefe de la caseta isleña rechazó intervenir en la polémica abierta estos días entre Dani Güiza y el presidente del Getafe, Àngel Torres, y tampoco valora la ausencia de los jugadores en los actos del quinto aniversario de la Fundació Reial Mallorca: «No lo sabía. Yo llegué un poco apurado y no me fijé. Ya lo preguntaré».