Agencias |MELBOURNE
El tenista suizo Roger Federer se clasificó para las semifinales del Abierto de Australia, primer Grand Slam de la temporada, al superar al estadounidense James Blake acabando con las opciones de Rafa Nadal de arrebatarle el número uno.
De todos modos, aún existe la posibilidad de que ambos acaben empatados al término del torneo para lo que el mallorquín necesita la victoria final y que Novak Djokovic elimine al de Basilea, que seguiría como primer clasificado por su mejor suma de puntos en los 14 torneos obligatorios (los cuatro grandes y los 10 Masters).
El helvético, tricampeón de la cita aussie, cumplió con los pronósticos y superó al norteamericano por 7-5, 7-6(5) y 6-4 después de dos horas y un minuto de juego de un partido que encarriló en los momentos adecuados.
El de Basilea volvió a ejercer de bestia negra de Blake, al que ha derrotado las ocho ocasiones en que se han medido, y finiquitó el choque gracias a su acierto con el saque (13 aces y 75 por ciento de puntos ganados con el primer servicio).
Federer tuvo que esperar hasta el duodécimo juego de la primera manga para lograr el break definitivo y ponerse en ventaja en el electrónico. En el segundo set, el número uno del mundo se cobró la primera ventaja en el tie-break (6-2) aunque Blake limó las distancias hasta el 6-5, momento en que Federer sacó su clase para cerrar el parcial.
En el tercer set, el neoyorquino tuvo que volver a nadar contracorriente ya que Federer se puso con una primera renta (5-2) que le hubiera permitido cerrar el duelo por la vía rápida. No obstante, Blake alargó su andadura en Australia tres juegos más, pero no pudo evitar despedirse en cuartos de la cita.
Federer se clasificó para sus decimoquintas semifinales consecutivas en un grande y buscará el pase a la final ante el serbio Novak Djokovic, verdugo ayer del alicantino David Ferrer, al que venció en cinco de los seis duelos que han disputado.
Por otra parte, el mallorquín Rafael Nadal, número dos mundial, busca hoy (9:30 horas) ante el francés Jo-Wilfried Tsonga el pase a su primera final del torneo. Nadal, que no ha cedido un set en sus cinco victorias en Melbourne, ha derrotado al francés, revelación de este Abierto de Australia, en su único choque previo, en la tercera ronda del último US Open (7-6 (7/3), 6-2, 6-1).
Jo Wilfred Tsonga apenas ha hablado en su vida con su compatriota y leyenda del tenis francés, Yannick Noah pero tiene algo ya en común con la raqueta más famosa del tenis galo, ahora convertido en uno de los cantantes más famosos de este país.
Noah, campeón de Roland Garros en 1983, fue una vez semifinalista del Abierto de Australia en 1990, una ronda en la que Tsonga luchará esta mañana contra el español Rafael Nadal, a brazo partido si hace falta.
«Quizás Nadal sea un tenista diferente, pero tiene dos brazos y dos piernas como yo», apuntó el francés, cuyo único enfrentamiento contra Nadal, en el Abierto de Estados Unidos el pasado año, acabó con derrota. «Allí sentí que no estuve tan lejos, pero desde entonces he trabajado mucho».
A sus 22 años, Tsonga tiene razones sobradas para soñar. Lo ha pasado muy mal «Mohamed Alí», como le llaman sus amigos. Su cuerpo de 199 centímetros y 90 kilos, que mueve no obstante con gran rapidez, ha sufrido varias lesiones importantes, en hombro, espalda, abdominales y rodilla, pero sobre todo una hernia discal, que estuvieron a punto de apartarle de su carrera. En 2004, esa hernia discal le privó de competir cinco meses desde noviembre a marzo del 2005. Luego llegaron dos lesiones seguidas en su hombro derecho a finales de 2005, ortra de espalda y una de abdominales de octubre de 2005 a febrero de 2006, y de nuevo problemas de abdominales a finales de 2006. Todo un calvario. .