Paul-Henri Mathieu pagó caro su esfuerzo ante Stefan Koubek y apenas pudo resistir una hora en la Rod Laver Arena a Rafael Nadal, que accedió por el KO del rival a los cuartos de final del Open de Australia.
El manacorí, que iguala su mejor resultado en el primer Grand Slam de la temporada, dejó constancia de la excelente progresión que está experimentando sobre el plexicushion estrenado este año en las antípodas y sigue alimentando el sueño de alcanzar el número uno.
La lesión del galo, al que el balear ha derrotado siete veces, precipitó el final de un duelo en el que el tricampeón de Roland Garros mostró buena parte de su mejor repertorio.
El tenista mallorquín dispondrá de tiempo para descansar mientras asiste a la resolución de los octavos de final de la parte alta del cuadro en la que está el suizo Roger Federer. Y es que una vez que arranca la segunda semana Nadal vuelve a vislumbrar la cima del circuito ATP. De los cuartos de final en adelante cualquier resultado satisface al número dos del mundo, pero todavía se pueden cumplir las cábalas que le auparían a lo más alto del planeta tenis.
No le queda otra que ganar el torneo y esperar que el suizo no llegue a las semifinales para apoderarse del número uno. Se trata de una situación complicada teniendo en cuenta que Federer no pierde un partido en Melbourne desde que cayó ante Safin en las semifinales de 2005, pero su camino hacia el partido decisivo está plagado de trampas.
La parte baja del cuadro individual por la que viaja Rafael Nadal se ha despejado. Los aspirantes Murray, Roddick, Gasquet o Davydenko se han quedado en el camino de los cuartos de final que ya ha alcanzado el mallorquín. El camino parece franco porque entre sus adversarios no hay ninguno entre los diez primeros, ya que Jo Wilfred Tsonga (38) verdugo de Ricahard Gasquet, se medirá con el ruso Mijail Youznhy (14) y Nieminen (24).
Federer deberá superar en octavos al siempre peligroso Berdych y presumiblemente tendría que medirse en cuartos con James Blake, que deberá doblegar a Cilic. Si cae ante cualquiera de los dos y Nadal acaba ganando el torneo cedería el número uno, ya que cayendo en 'semis', donde podría verse con Djokovic, mantendría su reinado en la ATP.