Echaba en falta el Mallorca a un delantero de referencia, uno de esos tipos cualificados para romper en cualquier momento un partido con sólo una pizca de instinto. Y después de mucho probar, de peinar los rincones más exóticos del mercado, de recurrir a fórmulas inverosímiles, lo ha encontrado. No estaba muy lejos. Jugaba en el Getafe, pero se crió en las categorías inferiores y el club nunca lo había perdido de vista. Sólo le faltaba madurar.
Se llama Daniel González y si mantiene el ritmo que ha impuesto desde su reestreno como bermellón, el verano que viene estará en la Eurocopa. O al menos, eso es lo que dicen los números. Güiza no es sólo la incorporación más destacada del año en el ONO Estadi, es también uno de los fichajes más rentables de todo el campeonato.
El jerezano, que recaló en agosto en la Isla después de que el Mallorca abonara al Getafe una cantidad que rondaba los tres millones de euros, ha justificado con goles la inversión del consejo y está saboreando los dígitos más luminosos de su carrera: ocho goles en dieciséis partidos, a los que podría unirse otro que le fue anulado sin demasiado sentido en la tercera jornada.