El Mallorca tiene previsto cruzar esta tarde el primer punto de inflexión de la temporada. Lo hará con la mente nublada y el cuerpo lleno de moratones, pero también con la esperanza de volver cuanto antes a la superficie. El conjunto de Manzano ha empezado a rastrear el laberinto en el que ha estado encerrado las últimas semanas y si es capaz de superar al Athletic, muy probablemente encontrará la puerta de salida (ONO Estadi, PPV, 17:00 horas).
Aunque lo parezca, no es una jornada cualquiera. El Mallorca cerrará las ventanas de Son Moix hasta el 2008 y de paso, le tomará el pulso a una hinchada que no sabe muy bien a qué agarrarse. Los rojillos desplegaron el curso a lo grande y han interpretado alguna que otra función estelar, pero llevan más de dos meses sin rodar un triunfo en sus estudios y su dinámica empieza a atrofiarse. El pasado 7 de octubre superó al Getafe gracias a un ejercicio de autoridad (4-2) que le situó en las cercanías de la UEFA y desde entonces, no ha vuelto a celebrar una victoria en el Camí dels Reis. Rascó un empate ante el Espanyol (2-2), se entregó al Valencia (0-2) y fracasó en su intento de frenar la escalada del Murcia (1-1). Además, su buena dinámica global se ha ensuciado en exceso a raíz de sus dos últimos desplazamientos. Patinó en Santander cuando volvía a acariciar los puestos europeos y le regaló el pasaporte de la Copa a Osasuna en un encuentro terrible. Sin apenas tiempo para asimilarlo, tendrá que incorporarse sobre la marcha y abrigar una victoria que le ayude a cerrar las cicatrices.
Nuevos cambios
Manzano ha tenido que echar mano de la psicología y condensar en un par de sesiones un duro trabajo de rehabilitación, sobre todo en el plano anímico. El plan B de Pamplona estalló en mil pedazos y la derrota ha provocado unos efectos devastadores que hoy podrían engordar peligrosamente. El técnico andaluz quiere evitarlo a toda costa y, además de reclamar una nueva alianza con el público, ha intentado mimar a sus jugadores obviando lo ocurrido en la reciente ruta del norte. Hoy, por si acaso, recurrirá otra vez a sus argumentos más efectivos porque es consciente de que si el grupo recupera la calma sobre el césped, junto a ella vendrán los resultados.
El preparador mallorquinista selló ayer una convocatoria sin estridencias, aunque incluyó varios mensajes cifrados. Quizá el más destacado es que Trejo ya ha superado a Víctor en la jerarquía de atacantes de la plantilla. El delantero argentino firmó una de las pocas actuaciones válidas en el Reyno de Navarra y tras el contraste con el rendimiento del balear, podría recoger hoy el premio. Los otros damnificados por la debacle copera son Iván Ramis y Molinero, que estarán en la grada, y Arango, que partirá desde el banquillo para cederle su plaza al reincorporado Fernando Varela. El resto de la estructura rojilla será idéntica a la que figura en el once tipo, con Pereyra por delante de la defensa y Webó como cómplice de Dani Güiza.