La última cita del año preolímpico, aunque con Pekín siempre en mente, aterriza esta semana en la agenda de los nadadores de Balears, que a partir del miércoles afrontan el Campeonato de España de invierno, que por condicionantes técnicos se disputará en piscina de 50 metros en Gijón, como despedida de un 2007 que sirve de plataforma de lanzamiento en vistas al gran objetivo.
La prueba, no selectiva para los Juegos, sí que es válida para obtener marca en vistas al Europeo de Eindhoven, una de las últimas competiciones determinantes de cara a la gran cita asiática.
Del 19 al 22 de diciembre, la numerosa delegación balear perseguirá unas medallas que les permitan seguir siendo una de las grandes potencias estatales. Las lesiones (caso de Juan Luis Rodríguez) son uno de los grandes hándicaps de un evento en el que los nadadores del Centre de Tecnificació y los del Club Natación Palma conforman el grueso de la enbajada que desde el lunes se instalará en tierras asturianas.
El grueso de las estrellas de la natación balear se citarán en Gijón, con muchas miradas centradas en María Fuster Y Melanie Costa, que meses atrás obtuvieron la clasificación del relevo para los Juegos de Pekín, y se consolidan como serias opciones en 50, 100 y 200 metros libres (Fuster) y 200 y 400 libres (Costa). Antea Moreno, Nando Gómez-Reino, Jaume Serra, Miguel Àngel Arévalo y Tanis de Mata cierran la delegación del CTEIB, con la meta de meterse en las finales.
Por parte del Palma, María del Mar Brunet, Isabel Pérez, Tatiana Rouba, Carlos López, Javier Cardona o Roser Vives son otras de las bazas ganadoras, sin dejar de lado a un Miquel Payeras en plena progresión. El olímpico Marco Rivera está llamado a ser uno de los grandes protagonistas en las pruebas de fondo.
Las opciones de medallas se disparan para Balears, que ponen en liza a serias opciones de podio y, en cuestión de meses, de presencia en Pekín.