Agencias |MADRID
A Güiza le toca esperar. El delantero del Mallorca asistió ayer a la clasificación de España desde un posición privilegiada, pero se quedó con las ganas de estrenarse como futbolista internacional. Sin embargo, todo apunta a que el jerezano, que tuvo que soportar los nervios instalado en el moderno banquillo del Santiago Bernabéu, debutará el miércoles en el estadio Gran Canaria de Las Palmas frente a Irlanda del Norte. El hecho de que el combinado de Aragonés haya sacado ya el billete para la Eurocopa le restará trascendencia al partido y allanará el camino del arquero bermellón, que está cada vez más cerca de cumplir uno de los grandes sueños de su vida deportiva.
Por otra parte, la selección española estará por octava vez en una fase final de la máxima competición continental, en la que una ocasión fue campeona (1964) y en otra subcampeona (1984).
Los dos son los grandes éxitos conseguidos por la roja en su dilatada historia. Dos triunfos (un título y un segundo puesto) que quedan ya muy lejos en el tiempo y que no maquillan un currículo escaso y necesitado de nuevas y renovadas victorias. En Austria y Suiza, el combinado de Luis Aragonés intentará por enésima vez llegar a lo más alto del podio, algo que la afición viene reclamando desde hace tiempo.
El mayor éxito
El 21 de junio de 1964, España se proclamó campeona de Europa en el Santiago Bernabéu de Madrid tras vencer a la Unión Soviética en la final por 2-1. Marcelino Martínez, jugador del Zaragoza, fue el gran protagonista del encuentro. El gallego enganchó un precioso cabezazo, a centro de Pereda, que se coló por la izquierda de Lev Yashin y anotó el 2-1 en el minuto 84. Fue el tanto que le dio a España el único título de su historia. José Villalonga, entonces seleccionador, alineó en ese encuentro a Iríbar, Rivilla, Olivella, Calleja, Zoco, Fusté, Amancio, Pereda, Marcelino, Suárez y Lapetra. Cuatro años antes, en 1960, el régimen franquista impidió a la selección española disputar el partido de ida de los cuartos de final en Moscú ante la Unión Soviética, que finalmente fue la campeona de esa primera edición del torneo.
La otra gran página de su historia en la Eurocopa la escribió España en 1984, en la Eurocopa de Francia. Fue una competición que concluyó con sabor agridulce para los españoles, pues si bien el subcampeonato era algo inesperado antes del comienzo, en el recuerdo quedó el tremendo fallo de Luis Arconada, portero de la Real Sociedad, en el que significó el primer gol de los franceses en la gran final, marcado por Michel Platiní de falta directa desde el borde del área. Francia ganó el partido por 2-0, con un segundo tanto marcado por Bellone. Para disputar esa final, la selección tuvo que superar en la fase previa un partido que también ha pasado a la historia del fútbol español. Fue el 21 de diciembre de 1983 en el estadio Benito Villamarín de Sevilla, donde Juan Señor firmó el increíble 12-1 definitivo ante Malta, resultado que España necesitaba para clasificarse en detrimento de Holanda, que se quedó con la miel en los labios. Además de en España'64 y Francia'84, el equipo hispano ha estado en otras cinco fases finales (Italia'80, Alemania'88, Inglaterra'96 y Bélgica/Holanda'00 y Portugal 04).
En 1996, el equipo que dirigía Clemente sucumbió en la tanda de penaltis de cuartos ante el cuadro anfitrión tras acabar el partido y la prórroga con empate a cero, y en 2000, el conjunto de Camacho perdió ante Francia en la misma ronda (1-2) después de que Raúl malograra un penalti que podía haber significado la prórroga.
En Italia'80, Alemania'88 y Portugal'04, España volvió con el fracaso rotundo en el bolsillo, pues en las tres ediciones cayó en la primera fase.
La última participación en una Eurocopa es de mal recuerdo para España. En Portugal hace tres años, los entonces dirigidos por Iñaqui Sáez, que fue destituido tras el torneo, tocaron fondo tanto en juego como en resultados. Luis Aragonés tomó las riendas del equipo para el Mundial de Alemania 2006, en el que España cayó en los cuartos de final ante Francia (3-1).