Los dos representantes mallorquines en la LEB Oro podrían haber unido sus destinos semanas atrás. El ex presidente del Bàsquet Inca, Joan Rubert, tomó la iniciativa y propuso una fusión, pero la cúpula del Palma Aqua Mágica declinaron la oferta. La delicada situación económica que atraviesa el Bàsquet Inca fue el principal motivo de acercamiento entre dos entidades que el viernes medirán sus fuerzas en el Palau d'Esports.
El final del patrocinio de Drac abrió un periodo de incertidumbre en el que la directiva inquera se volcó en la búsqueda de un patrocinador. La necesidad que acució a la entidad más veterana de la LEB era tal que sus gestores llegaron a valorar la posibilidad de no poder prolongar su estancia en el segundo escalón del baloncesto español. Ante esta tesitura el que fuera presidente de la entidad Joan Rubert acercó posturas con el Palma Aqua Mágica con la propuesta de fusionar los dos proyectos. Fue un acercamiento en el que no se llegó a profundizar en todos los detalles debido a que la directiva del club de Ciutat declinó, de entrada, el ofrecimiento.
Las arcas del club de Es Raiguer no pasan por un buen momento. El club que preside Joan Llompart salió a flote el pasado verano después de firmar un acuerdo de colaboración con el consistorio inquer. El convenio suscrito por el consistorio que comanda Pere Rotger y el club gualdinegro especifica que 264.000 euros son para financiar el primer equipo y otros 48.000 para las categorías inferiores. La cantidad aportada por el ayuntamiento corresponde a las anualidades que el consistorio inquer tenía previsto depositar en la entidad que preside Joan Llompart entre 2008 y 2011. El acuerto, que fue aprobado por unanimidad por todas las fuerzas políticas de la ciudad, es extensible a los cuatro años que comprende la actual legislatura, pero la necesidad que acuciaba al club motivó que sus directivos se vieran obligados a disponer de todo el dinero para salir adelante en el ejercicio 2007-08.
La entidad de Es Raiguer dispuso de un aval para disponer del montante total y lograr la liquidez necesaria para poner en marcha el curso actual. El compromiso alcanzado fijó que el club siempre llevaría el nombre de la ciudad y luciría su logo en su indumentaria.
En cualquier caso, cabe destacar que la directiva que dirige Joan Llompart sigue en busca de un patrocinador, ya que la ayuda que percibe del consistorio no supone ningún obstáculo para conseguir financiación privada al poder compartir la nomenclatura tal como sucedía con su antigua denominación de Drac Inca. El respaldo institucional ha sido la tabla de salvación para la presente campaña, pero hará falta conseguir un patrocinador privado.
Las cuentas del Bàsquet Inca acumulan un déficit que ronda el millón de euros y que actualmente disponen del aval de los actuales gestores de la entidad, que han vuelto a hacer gala de su excelente capacidad para optimizar sus recursos y confeccionar una plantilla tan competitiva como la actual con el menor gasto posible. Dicha situación ha reducido el margen de maniobra, pero no ha minado la imaginación y saber hacer desde los despachos.
En otro orden de cosas, cabe destacar que uno de los aspectos importantes en una futura negociación en una hipotética fusión es la propiedad de la plaza del Bàsquet Inca en la LEB. El propietario de la plaza es el máximo accionista del Real Mallorca y máximo responsable de la empresa Drac, Vicenç Grande, que finalizó su ciclo como principal patrocinador del club de Es Raiguer al bajar el telón la pasada temporada tras una estrecha colaboración.