El Mallorca se mide el sábado (ONO Estadi, 20:00 horas) al rival que más le atrae de la parrilla de la Liga, aunque lo hará en el momento menos indicado. Los de Gregorio Manzano le abrirán las puertas de su cuartel general a su víctima predilecta, un Espanyol al que han derrotado en seis de sus siete últimas visitas a la Isla. Sin embargo, el conjunto blanquiazul aterrizará en Palma pletórico y con el depósito de la autoestima rebosante.
No es para menos. La formación que patronea el ex mallorquinista Ernesto Valverde ha encadenado cuatro victorias consecutivas y no precisamente ante cualquiera. Sevilla (2-3), Espanyol (1-0), Valencia (1-2) y Real Madrid (2-1) han sucumbido recientemente a sus encantos y viven en la zona más lujosa de la clasificación (son quintos con 16 puntos en su cuenta corriente), lo que ha activado los sentidos del vestuario mallorquinista.
En cualquier caso, la trayectoria rojilla también sobresale de forma especial. Sólo ha hincado una vez la rodilla en su cancha (ante el Villarreal el pasado 16 de septiembre) y viene de representar la actuación más convicente del campeonato. No va más.