Mariano Raskin|A CORUÑA
El Palma Aqua Mágica se mostró muy irregular, desaprovechó un buen comienzo y se quedó corto en la remontada. Al final, cayó por cuatro puntos de diferencia y sumó su tercera derrota seguida, a manos de un recién ascendido, el Beirasar Rosalía, que ganó sus cuatro presentaciones, por un apretado 84-80.
Fueron tres primeros minutos arrolladores. Dos triples, de Puyada y de Felíú, antes del primer minuto, un robo de Roe, y una defensa que llevó al cuadro local a no poder encontrar el tiro en los veinticuatro segundos de posesión, permitieron que el conjunto balear alcanzara un parcial de 0-10, que le permitió afrontar el primer cuarto con cierta tranquilidad.
El envión se cortó en cuanto el equipo santiagués encontró la canasta y defendió en toda la pista. Rápidamente cargó de faltas a Rejón y a Mbengue, lo que obligó a rotar en el juego interior. El empuje local, de la mano de un acertado Moore, favorecido de la imprecisión de Roe, quien no dominaba la zona tal como debería haberlo hecho, llevó al Palma a situarse en desventaja, por primera vez, mediado el segundo cuarto.
Dos triples seguido de Roe en el tercer cuarto, sumado a una buena labor defensiva sobre los exteriores locales, permitió al Palma Aqua Mágica remontar una diferencia que había alcanzado los nueve puntos, hasta situarse por delante, después de dos tiros libres encestados por su jugador franquicia.
Con el partido igualado, y ambos equipos en lucha por ponerse por delante, comenzó un reparto equitativo de imprecisiones, que permitió a Lou Roe, en el final, volver a situar al conjunto dirigido por Diego Tobalina un punto por arriba gracias a un lanzamiento libre a falta de dos segundos.
El último cuarto fue la cruz del cuadro balear. Un organizado Beirasar Rosalía desquició al ataque visitante, lo cual sumado a una racha de diez puntos seguidos, obra de Binetti, con un triple, Montañana, con un rebote ofensivo y Moore, sumado a un tapón del escolta Oleson sobre Feliú rompió el partido y dejó la máxima diferencia local en 13 puntos.
Aún quedaban cinco minutos por delante, y había calidad atesorada en el Aqua Mágica. Tobalina mandó a sus hombres a jugar interior, y entre Roe, Muya y Jackson, que aprovechaba los dos para uno que sufría el pívot americano, recortaron diferencias.
La remontada parecía posible. Ambos equipos fallaban poco desde la línea de los tiros libres, pero un triple con falta sobre Jackson, dejó el partido nuevamente apretado. El esfuerzo final, sin embargo, no alcanzó, ya que el Rosalía supo enfriar el encuentro, controló los últimos balones, y la renta de cuatro puntos supuso un castigo enorme a un Aqua Mágica que pagó su irregularidad.