Lorenzo Martínez|ROMA
El macedonio Goran Pandev y el holandés Ruud van Nistelrooy, con un doblete para cada uno de ellos, dejaron en tablas (2-2) un buen choque entre el Lazio y el Real Madrid que sigue dejando dudas en el equipo madrileño, pues sufrió durante demasiados minutos ante un rival que se le subió a las barbas pese a sus dos desventajas.
La confrontación, desde luego, fue difícil y muy incómoda para un Real Madrid que volvió a sufrir ante un rival teóricamente mucho más modesto pero con garra, ilusión y que sabe cuáles son sus armas. Un Lazio que salió con la cabeza alta, que se vació, y que estuvo tan cerca de la derrota como del triunfo.
El Real Madrid parecía metido en el partido y dispuesto a la batalla. Bien plantado de inicio y con buenas ayudas empezó a tocar el balón con cierto criterio y, con un Wesley Sneijder de amplio recorrido, ya empezó a ver el área local. Y, sobre todo, supo machacar en su primer remate a puerta. Fue en una falta, en banda izquierda, sacada con su peculiar efecto por Sneijder que, ante una cierta dormida de los gigantes centrales laciales, encontró al más listo de todos: el holandés Van Nistelrooy, que tocó con la pierna izquierda lo justo para batir al veterano Ballotta y poner el 0-1.
El gol, lógicamente, amainó un poco los ánimos laciales y el partido entró en una fase de control madridista, con un cierto filtro en centro del campo y, sobretodo, una defensa muy atenta, con Cannavaro y Heinze mandando. Era entonces otro Real Madrid distinto al de Valladolid y Getafe.
Pero las buenas sensaciones del Real Madrid duraron sólo hasta el minuto 25, no supo ya el centro del campo madridista solventar las pegajosas marcas de los todoterrenos Mudingayi y Mutarelli, que ahogaban a Guti. Y Diarra peleaba demasiado solo.
El gol del empate estaba en el aire y si no llegó antes fue gracias a un error de Pandev (m.30) y a que Casillas evidenció sus grandes reflejos ante un remate de cabeza cercano de Mudingayi (m.31). El excelente meta madridista nada pudo hacer poco después ante una colada de Pandev, ganando la espalda a los defensas, concluida con un zambombazo que puso el 1-1 (m.32).
La igualada escoció al Real Madrid, que recuperó la posesión del balón y volvió a buscar con relativo criterio el área rival. Bien es verdad que el Lazio, tras empatar, bajó sus ansias y volvió a tender su «trampa» de esperar para aprovecharse de un error en el pase del adversario.
Tras el descanso, el Lazio seguía presionando, robando los pases horizontales largos del rival, donde Guti continuaba incómodo. El centro del campo era del Laziol y una nueva rápida acción local dejó a Rocchi cerca del segundo gol romano. El Real Madrid lo pasaba mal, pero en el mejor momento local supo golpear, gracias a un excelente pase con el exterior de Raúl desde casi la mitad del campo y un galopada, tras buen desmarque, de Van Nistelrooy, que se plantó ante Ballotta y le batió (m.61).
Pero el Real Madrid sesteó demasiado, se vio demasiado pronto ya ganador y, tras un nuevo robo de balón, llegó el empate, en un duro disparo raso de Pandev (m.77). El partido se había reabierto y el Lazio, con nuevos bríos, empujaba en busca de un digna victoria que pudo llegar con Makinwa si Casillas no está atinado (m.90), como también la tuvo el Real Madrid en los pies del recién salido Drenthe (M.93).