Miquel Alzamora |ALMERÍA
La rueda de prensa transcurría por los límites ordinarios hasta que un periodista le preguntó a Gregorio Manzano si el mallorquinismo había perdido la ilusión por las dos últimas funciones. Entonces, el técnico del Mallorca saltó: «¿A la cuarta jornada tenemos que ir a la UEFA? Hombre, es que me preguntas de si ilusionaba...Estamos analizando un partido y usted me dice que si antes ilusionaba. No nos volvamos locos. Hoy hemos venido a jugar un partido, con las ocasiones de uno y de otro, ahora qué pasa, ¿que ya no ilusiona?. Hemos venido con un contratiempo y nos vamos con un trabajo bien hecho. Podíamos haber ganado o perdido, pero que nadie diga que el Mallorca no ha salido hoy al campo a ganar después de una derrota injusta ante el Villarreal. De eso se trata el fútbol: de trabajar, de sumar puntos y al final ya veremos a ver. ¿La ilusión? A ver si tenemos que llamar a alguien para que saque un conejo de la chistera. Queda mucho todavía».
Sobre el rendimiento del equipo, insistió: «Muy bueno... van a decir los amigos de Almería que parecéis más enemigos que amigos. Pero, hijos míos, estamos hablando de un partido que se ha jugado de poder a poder. ¿Habéis estado en el partido o habéis estado de copas? Es que me estais haciendo unas preguntas de unas cosas que son evidentes, que en la primera parte el Almería se encuentra con un gol producto de una duda nuestra... Es que me hacéis unas preguntas que no se si realmente queréis que os diga otra cosa. ¿Me entendéis los de aquí? Veamos como los de allí no me entienden. Venga, hasta luego», soltó antes de levantarse y zanjar la rueda de prensa.
Antes de que Manzano mostrara su lado más vehemente, el técnico de Bailén analizó el choque: «Cuando se perdona, se pierde. Así suele ser y así podía haber sido porque la tarde pintaba oscura. No recuerdo un partido fuera de casa con tantas ocasiones de gol. Quizás en Tarragona. Pero todo se nos puso en contra en una jugada desgraciada. Afortunadamente, al final salvamos un punto porque pensaba que ya no íbamos a marcar. Por ocasiones, el resultado es corto porque dispusimos de muchas oportunidades. De todas formas, sumar fuera de casa es importante y nos vamos contentos, pero con un mal sabor de boca».
Manzano se refirió al tanto del Almería. «No es ni siquiera una ocasión, pero no hubo entendimiento entre Nunes y Moyà. Empatamos gracias a la fe, el convencimiento y apretando los dientes. Nadie puede decir que no merecemos el punto».
El entrenador jienense lamentó la baja de Fernando Navarro por una gastroenteritis y apuntó que apostó por Borja Valero en vez de dar entrada al uruguayo Castro para recuperar el dominio del centro del campo: «El cambio salió bien porque Borja le dio el pase de gol a Güiza».