PALMA AQUA MÀGICA 67 REAL MADRID 78 PALMA AQUA MÀGICA (13+16+20+18): Miquel Feliu (16), Xavi Puyada (8), Guillermo Rejón (6), Demba M´Bengue (8), Jarrius Jackson (17), -cinco inicial- Guy Muya (6), Martí Nogues (0), Pep Pacreu (3), Biel Torres (0) y Anderson Schutte (3).
18 de 43 en tiros de dos puntos, 6 de 18 en triples y 13 de 15 en tiros libres. 25 rebotes (16 defensivos y 9 ofensivos) y 21 faltas personales.
REAL MADRID (21+24+16+17): Charles Smith (19), Blagota Sekulic (9), Bojan Bogdanovic (6), Pablo Aguilar (11), Raúl López (12), -cinco inicial- Daniel Yusta (0), Jan Martín (3), Luis Parejo (0), Axel Hervelle (8) y Sergi Llull (10).
21 de 37 en tiros de dos puntos, 6 de 23 en triples y 18 de 23 en tiros libres. 38 rebotes (28 defensivos y 10 ofensivos) y 17 faltas personales.
Àrbitros: Amorós, Alzuria y Perea. Eliminaron por cinco faltas personales a Miguel Feliu.
Fernando Fernández
No era el día para ver al Palma que allá por abril esté luchando por la ACB, pero sin Lou Roe en pista, sin el jugador franquicia del proyecto, los de Tobalina demostraron poder plantar cara a todo un Real Madrid, que rindió por fases y vivió de un excelente segundo cuarto para sufrir en la recta final (67-78) y hacerse con un Ciutat de Palma que tuvo en Roe a su gran ausente, pero que devolvió a Son Moix el ambiente de baloncesto.
Y demostró que el Aqua Mágica empieza a entonarse, pese a estar en pleno rodaje y precisa de su estrella para mostrar su verdadero potencial. Ayer tuteó al campeón de la ACB y la ULEB por fases, pero no llegó a tiempo para dar la campanada. Y es que desde el salto inicial se veía que el Real Madrid llevaba una marcha más que un Palma que cierra la pretemporada demostrando que aún resta trabajo por pulir. Y que con Lou Roe en pista debe multiplicar sus prestaciones ofensivas. Pese a todo, fue el Aqua Mágica el que tuvo la primera ventaja en el electrónico gracias a una canasta de Demba M´Bengue (2-0).
Un espejismo, porque desde ese momento, fueron los de Plaza quienes trazaron el ritmo a seguir. Raúl López dotó de velocidad al balón y Charles Smith supo tener la muñeca caliente para disparar a los blancos (ayer morados), que presentaban al joven Aguilar como seria alternativa a la plaga de ausencias del campeón de la ACB.